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Evaluación del año escolar

11 de Julio de 2013 a las 10:50

 
En Septiembre del año anterior se aprobó en Ontario la Ley 115. Esta ley congela los salarios de los maestros por dos años y elimina la acumulación y monitorización de los días de enfermedad que se convirtieron en una forma de acumular un fondo extra para el retiro, perdiéndose totalmente la perspectiva con que fueron creados; es decir,  proteger al empleado cuando está enfermo y pueda seguir percibiendo su salario, cuando se trata de una enfermedad no prolongada.  Bajo este privilegio, los maestros comenzaron a acumular sus días de enfermedad y cobrarlos en forma acumulada en su retiro, convirtiéndose en cuantiosas sumas. Ante esta situación, se dio una serie de protestas por parte del gremio docente tratando de pedir el derogramiento de la mencionada ley.  Ante la negación de la legislatura provincial de hacerlo, se acudieron a otro tipo de estrategias por parte de los maestros, como el negarse a participar en actividades extracurriculares o escribir comentarios detallados en los reportes escolares de los estudiantes.   Quizás una me las medidas más vergonzosas que usaron fue el de incentivar a un grupo de estudiantes, aproximadamente 500, que acudieron en el 13  de diciembre del 2012 a Queen’s Park a protestar en contra de la Ley 115.  Los maestros han presentado esta Ley como un atentado a la educación, pero en verdad lo que afecta es un privilegio de clase y lo que es un hecho es que los docentes son empleados públicos, quizás un clase diferente que tiene sus propias características, pero a la final un personal que son pagados con fondos públicos.  
 
Esto hace que los ventajas que tienen en salarios deban ser revisados para que se encuentre en un nivel de justiciafrente a las labores que realizan. Es cierto que ser maestro implica tener una vocación especial, que no todo el mundo la tiene, pero ahí radica que el sentido de conciencia social deba ser más elevado que el de cualquiera otra profesión, ya que son formadores de personas y su ejemplo es fundamental dentro de este proceso. Con este marco referencial, que tiene menos de un año, conviene ahora evaluar lo que ha ocurrido en este primer año escolar con la aplicación de esta nueva ley.  Pues bien, el Distrito Escolar Público de Toronto (Toronto District SchoolBoard), TDSB por sus siglas en inglés, reportan que la inasistencia de los maestros sufrió un 22% en el mes de Junio, comparado con el mismo mes del año anterior y 53% comparado con el de hace tres años (según del National Post). El impacto en el comportamiento  de los docentes no solamente se ha dado en el número de ellos que se reportan enfermos, sino en la cantidad de número de días que se toman por enfermedad y se llega a un promedio de 1.3 días por maestro, en un mes. ¿Pero qué implica todo esto? Que se tienen que contratar maestros suplentes, los cuales no existen  en número suficiente y por ese motivo las clases de los maestros que se reportan enfermos tienen que ser asignadas a otro grupo para que trabajen juntos.  Es decir, que en un salón de clase se duplica el número de estudiantes.  Esto no solamente afecta a la atención de los alumnos, sino que también al currículo que se imparte pues se tiene que improvisar actividades que mantengan ocupados a los dos grupos en forma simultánea. Por otro lado el efecto también es económico, ya que este incremento inusitado de los días de enfermedad implica un desembolso de igual proporción  para cubrir los gastos que implica tener maestros sustitutos.  
 
La cifra se ha vuelto  alarmante, tal es así que el presupuesto normal no alcanza a cubrirla y se requiere cortar otro tipo de gastos para poder balancear esto.  Lo que se afecta entonces son las actividades extracurriculares, vitales para la formación de nuestros hijos, que se ven recortadas de presupuesto. Desde mi punto de vista, como maestra de muchos años y por siempre de corazón, se ha tergiversado la esencia del derecho a un tiempo de enfermedad y ahora, en vista de que no se los puede acumular para cobrarlos luego, pienso que los maestros han decidido tomarlos indistintamente, así lo indican las cifras del TDSB, las mismas que coinciden con las de  otros distritos, según el National Post, y que no encuentran ninguna otra razón para este incremento inusitado. Ojalá los maestros, como gremio o en forma individual, recapaciten en su comportamiento y que los días por enfermedad sean eso exactamente, días para llamar cuando realmente se está enfermo y no por un privilegio que se tiene.  Ser maestro es ser el espejo en que se miran día a día los estudiantes y no sería bueno que aprendan este tipo de actitudes que son egoístas con la sociedad para la que trabajan. Los estudiantes, guiados – erróneamente- por un espíritu de solidaridad con sus maestros se presentaron a demandar la  derogación de. Es muy loableel gesto de los estudiantes derespaldar a sus maestros, peroes muy cuestionable que estoslo permitan, ya que son losmaestros quienes han tomadola medida de no asistir a lasactividades extra curriculares ydejar a sus estudiantes sin estecomponente que, sin ser un requisito académico, es de vitalimportancia en su formación.  
 
Los maestros han tomadocomo escudo a los estudiantes,haciendo que ellos paguen lasconsecuencias de un problemaque fueron incapaces de resolveren una mesa de negociacionesporque los privilegios de los que gozaban no pudieron justificarlosy se volvieron insostenibles ante laaplicación de la Ley 115. Ahora, los estudiantes relacionanla falta de actividades extracurriculares con la Ley 115, una cosaque es totalmente descabellada,pero que reciben ese mensaje desus maestros quienes justifican su ausencia a causa de la ley Es decir que los estudiantes entienden que es por la Ley 115 que ellos no tienen actividades extra curriculares, convirtiéndolaen una ley transitiva, que no lo es bajo ningún punto de vista. Es una pena que los maestros manipulen a sus estudiantes y no les expliquen sus verdaderos motivos que son más que monetarios.  Los maestros estánen todo su derecho de defender sus intereses y protestar si se sienten perjudicados, lo que es cuestionable en que pongan alos estudiantes en la mitad en un problema que nada tiene que ver con ellos pero que los perjudica directamente.

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