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LA CULTURA DE LA NO VIOLENCIA Dos ejemplos contrapuestos

04 de Septiembre de 2014 a las 09:39

Anabelle Chacón
Por: Anabelle Chacón Castro
 
Las sociedades y las personas que pertenecen a ellas tienen comportamientos similares. Hay patrones que se identifican tanto en lo colectivo como en lo individual, tanto en lo bueno como en lo malo.  Esto marca las características propias de los pueblos.  Si el país vive en una relativa tranquilidad social, sus habitantes también se muestran relajados y pacíficos.  Por otro lado, si está convulsionado y tiene políticas agresivas, sus pobladores también tienden a tener un comportamiento parecido.  Esto es lo que la historiadora colombiana Diana Uríbe llama los referentes imaginarios.
 
 
Las dos semanas anteriores ocurrieron dos hechos noticiosos, uno en Canadá y otro en Estados Unidos, que llaman la atención por lo inusual y por la forma en que fueron enfocados que son ejemplos claros de los referentes imaginarios que existen en estas dos sociedades.  El primero tiene que ver con un político canadiense de alto nivel y el segundo con una niña cualquiera del pueblo estadounidense. La madrugada del sábado 16 de agosto la casa de Justin Trudeau fue invadida por un extraño mientras él y su familia dormían, una nota fue dejada y fue así que se descubrió la perpetración.  La policía reveló los vídeos el 22, declarando al invasor capturado en el vídeo como persona de interés.  Al día siguiente un joven acudió a la policía y dijo que se reconoció en el video y que fue él.  En estado de embriaguez había confundido la casa e ingresó en forma equivocada, cuando se percató de su error, dejó una nota de disculpa y se fue.  Trudeau aceptó la disculpa y no presentó cargos y el hecho pasó de ser algo alarmante a algo cómico. 
 
 
Esto deja mucho para leer entre líneas.  Primero, un político tan importante como Trudeau no tiene guardias y más aún deja las puertas de su casa sin seguro, que cualquiera puede entrar. Segundo, quien ingresa por error, se disculpa, reconoce, se presenta a la policía. Tercero, las disculpas se aceptan y fin de la película.
 
 
La segunda noticia, esta vez en Arizona – EEUU, es la de una niña de nueve años que mata accidentalmente (léase bien), accidentalmente a su instructor de tiro mientras aprendía a disparar una ametralladora “uzi”.  Esta noticia es completamente alarmante y tiene muchas implicaciones que van desde lo ético hasta lo legal. Lo ético, qué hace una niña de nueve aprendiendo a disparar.  Lo práctico, supongamos que si es necesario que la niña aprenda, pero por qué tiene que ser un arma que dispara 650 balas por minuto, no basta una pistola de un tiro? Lo legal, cómo se explica que en ese estado no haya límite de edad para manejar armas. Lo moral, qué clase de padres quieren que su hija aprenda a disparar un arma automática.  Y, finalmente, como se puede decir que esto fue un accidente.
 
 
Las dos situaciones se contraponen totalmente. Por un lado, Canadá muestra ser un país tolerante y pacífico y,  por ende, sus habitantes se comportan bajo estos parámetros.  Es así que los problemas se resuelven en esta forma.  En sucontraparte estadounidense, la política interna y externa es agresiva, intimidatoria y sus habitantes viven bajo esos esquemas.  Basta ver las fotografías de la policía que está reprimiendo las protestas de Ferguson – Misuri, por la muerte del joven negro Michael Brown, donde se aprecia que el equipamiento es muy similar a los que usan los soldados en los conflictos bélicos.
 
 
La violencia es un mal endémico que debe ser erradicado de toda sociedad.  Estamos en el deber de resolver los problemas en forma racional y pacífica, mediante diálogos que lleven a acuerdos en un clima de respeto mutuo.  La violencia solamente genera más violencia.

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