COLUMNISTA

Por qué no encontramos el amor

¿Por qué tantos buscan el amor y no lo pueden encontrar? Una de las razones principales por la que hay tanta gente sola; es porque tienen miedo a enamorarse profundamente. Es irónico, pero cierto.

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Pide lo que se te antoje

No estoy exagerando ni un poquito. Puedes pedir todo lo que te plazca, desde una casa, un auto y un empleo, hasta salir de tus deudas, bajar de peso o encontrar el amor de tu vida.

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Rellenitas y el amor

¿Es difícil para una gordita encontrar el amor? Definitivamente, a una mujer que tiene unas libritas de más se le hará más dificultoso encontrar pareja que a una con cuerpo de guitarra. Sin embargo, lo que hará su búsqueda amorosa más complicada no es necesariamente el sobrepeso, sino las inseguridades que acompañan a muchas mujeres gorditas.

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“TQM” no es suficiente

Un comentario inadecuado te puede poner en riesgo de perder un hombre. Así me pasó en una ocasión cuando me peleé con un exnovio llamado David, a quien le saqué “los trapitos al sol” frente a sus amigos. Era un hombre buenísimo y llegaba con flores regularmente, pero siempre me quejaba con él porque no me demostraba sus sentimientos con palabras. A tal punto que después de un año de relación aún no me había dicho “te quiero” y mucho menos “te amo”. Únicamente al final de sus textos escribía “TQM” (popular abreviación para decir “te quiero mucho”).

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Multiplica, mejora o arregla lo que quieras

Desde pequeña tengo el hábito de pedirle la bendición a mis padres y abuelos. Es casi como un saludo o despedida, digo: “¿bendición?” y recibo un “Dios te bendiga”. En nuestra cultura latina es algo que muchos hacemos por costumbre sin cuestionarnos su significado, pero en realidad ser bendecido encierra un gran poder.

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Aléjate de los envidiosos

¿Eres envidioso? Si eres feliz con quien eres y lo que tienes, seguramente tu respuesta es: ¡Yo no! Ahora te pregunto: ¿conoces a un envidioso? Sin duda, dirás: ¡claro que sí!

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Otra copita, por favor

¿Conoces a alguien que hace el ridículo cuando se toma unos traguitos extras? ¡Por supuesto! Todos conocemos a alguien así.

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Lo que aprendí de seis hormigas

La otra mañana me encontré con una fiesta de hormigas en la cocina de mi casa. Cada vez que dejo algún rastro de comida, salen todas a socializar. Cuando esto sucede, acostumbro pasar un trapo húmedo con agua y jabón para limpiarlas. Sin embargo, esta vez, en el preciso momento en que iba a desaparecerlas, observé algo inesperado e inspirador. Había un grupito de seis hormigas que estaban transportando con sus tenazas una diminuta migaja de pan. Las vi tan hacendosas, organizadas y trabajadoras que no tuve corazón para aniquilarlas.

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