Canadá debe estar más unido contra el terrorismo y el racismo

Hoy las víctimas de los terroristas en Canadá son los musulmanes, los inmigrantes de los países árabes, pero mañana pueden ser los latinos, los mexicanos, los italianos, los portugueses, los hispanos, los chinos, los estadounidenses, los europeos y cualquier persona extranjera que viva en este país, que por una justificación netamente racista y xenofóbica. Por eso la invitación a todos los canadienses, incluidos los que no han nacido en este país, de parte de La Portada Canadá es cerrarle las puertas al racismo y de paso al terrorismo, y eso se logra solo si estamos hermanados contra cualquier acto que invite a rechazar a una persona por sus creencias, su raza o por su procedencia.

EDITORIAL. Seis personas fallecieron y otras 17 resultaron heridas en una balacera en una mezquita de la ciudad de Quebec, cuando las personas se encontraban rezando, y sin hacerle daño a nadie. El acto violento ya generó mucho repudio de los canadienses y del mundo en general, pero este debe unir mucho más a las diferentes comunidades que conviven en este país multicultural, para evitar que se repita.

Calificado de acto de terrorismo por el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, el atentado criminal  puso en riesgo la vida de 50 personas, la mayoría musulmana, que se encontraban en la mezquita y que fueron testigos  del ataque homicida, que al parecer fue realizado por un canadiense que debe estar desequilibrado, porque no existe ninguna justificación válida para este acto de barbarie, así como tampoco la tiene los terroristas que a nombre de los islámicos, realizan atentados en muchas partes del mundo. La violencia nunca tendrá una validad justificación, venga de donde venga.

El atentado terrorista está generando una gran solidaridad con la comunidad musulmana en Canadá, especialmente en Quebec donde la región se ha unido para rechazar el acto de horror y exigir a las autoridades la captura de los responsables, pero en esta cruzada debemos ayudar y apoyar a la Policía todos, no dejado pasar por alto cualquier acto que consideremos atente contra los derechos humanos de cualquier persona dentro o fuera de este país, de cualquier inmigrante, porque eso nos convierte en cómplices pasivos de los violentos.

Ninguna persona debería pagar con su vida por su raza, su color, su orientación sexual o sus creencias religiosas, ningún ser humano tiene que morir por su fe como lo dijo el Primer Ministro, que aseguró seguirá recibiendo las personas que huyen de la guerra y los terroristas, dándole refugio en Canadá inclusive a las personas que ahora rechaza Estados Unidos, como ya lo ha hecho con la población siria.

El acto se registró en el Centro Cultural Islámico de la ciudad de Quebec, pero se sintió en todo Canadá, porque aunque en este país ya se han registrado actos violentos movidos por el racismo y la xenofobia, este es uno de los más crueles.

Canadá como gran parte del mundo vive momento de tensión, por los atentados en diferentes parte del planeta, por los refugiados que invaden Europa buscando protección, por los sirios que se acogen en Canadá, y ahora especialmente por las medidas que está tomando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de prohibir la entrada al país de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana que él considera pueden hacer daño a su nación, pero independientemente de ello no se debe generar un pánico colectivo y mucho menos odio contra todo lo que consideremos diferente, porque se generaría una cadena de injusticias y de actos violentos como el que se registró en Quebec, y que podrían culminar en guerras sin sentido, de ahí el llamado a estar unidos para enfrentar no solo este acto terrorista, sino todos los que se puedan presentar de aquí en adelante, y especialmente estar muy alertas y denunciar cualquier incitación a la violencia o al racismo, para no ser cómplices pasivos de lo que puede pasar.