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Con peticiones de asilo buscan detener deportaciones en EE.UU.

07 de Mayo de 2014 a las 09:16

Por CIRO ALQUICHIRE V. Se repite lo que pasó con el refugio en Canadá. Los inmigrantes, especialmente los indocumentados deben tener muy claro, que la sola petición no les garantiza que se puedan quedar en el país porque hay un alto porcentaje que son rechazados y luego deportados.

NEW YORK.- Ante el miedo de ser capturados y deportados, miles de inmigrantes, la mayoría latinoamericanos, especialmente centroamericanos y mexicanos están solicitando asilo en Estados Unidos, lo que podría detener una deportación en caso de ser retenido por las autoridades de migración, porque primero deberán dar respuesta a su petición. Algo que ellos creen les dará tiempo suficiente mientras sale la Ley de Migración que los va beneficiar.

Según datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), en el curso del año fiscal 2013 se recibieron 27,546 peticiones de asilo, cifra que en el 2012 ya había llegado a las 10,739, pero que en el 2008 era tan solo de 3,273.

Como recordarán esto mismo pasó hace 5 años en Canadá con los peticionarios de refugio, una figura legal similar al asilo. En esa época miles de ilegales y personas que ingresaban como turistas de diferentes países, especialmente de México, y solicitaban refugio para no ser obligados a salir del país. Eso les permitía vivir legalmente por 3 años en promedio, muchos de ellos realmente no tenían caso, pero necesitaban quedarse para trabajar.

Fue tal la avalancha de peticiones, que Canadá decidió hacer un cambio en la Ley. Lo primero que hizo el Gobierno fue imponer visa a los mexicanos para evitar el ingreso de personas que venían a pedir refugio y reglamentó las peticiones de refugio de los mexicanos y de todos los inmigrantes que vienen de otros países denominados seguros. En términos generales quedó que los procesos se deben resolver en menos de 3 meses, tiempo durante el cual la persona no recibe ningún auxilio, y si hay mérito para otorgar el refugio, el afectado se puede quedar. De lo contrario el inmigrante debe salir del país, o es capturada y expulsado. Eso redujo considerablemente el número de peticionario de refugio.

En EE.UU., está pasando algo muy similar, porque los ilegales buscan al menos garantizar que se van a quedar de uno a tres años, porque esperan que en ese tiempo el Gobierno logre sacar adelante la Ley que los va a favorecer. Esto ha generado una gran avalancha de peticiones de asilo, tanto que algunos medios hablan de un aumento de un 600 por ciento citando como fuente el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU.

De acuerdo con el reporte la mayoría de los que están pidiendo asilo son centroamericanos, entre los que se destacan salvadoreños, hondureños y guatemaltecos, que dicen tener miedo a la delincuencia y las pandillas en sus países, pero también se sabe de un gran número de mexicano que dicen ser afectado por la gran ola de criminalidad que afecta su nación, por la guerra entre los carteles de la drogas. En ambos casos el asilo podría ser descartado, dicen los expertos, porque no se ajusta a lo que establece la Ley.

Según la Oficina de Ciudadanía y Servicios Migratorios (USCIS), para ser elegible el solicitante debe demostrar que no puede regresar a su país debido a un temor bien fundado de persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opinión política. Si alguna de las peticiones no califican dentro de la categoría de asilo o refugio, son rechazadas inmediatamente, pero si califican se inicia el proceso legal, que sí podría detener la orden de deportación, del afectado y su familia, al menos mientras se resuelve el caso.

Desde el 2012 y ante las expectativas de un cambio en la Ley de Migración que beneficiaría a todos los inmigrantes en EE.UU., las personas que no cuentan con un estatus legal están buscando la manera de evitar una deportación a como dé lugar, porque quedarían por fuera del plan del Gobierno de legalizarlos.

La mayoría de los peticionarios son personas que ingresaron a EE.UU. por la frontera mexicana, o por Canadá, o llegaron como polizones en diferentes barcos. Otros son turistas que se quedaron. Entre los solicitantes, además de latinoamericanos, hay también muchos africanos u asiáticos. En todos los casos las personas buscan escapar de las redadas, las capturas y las deportaciones, que se han intensificado en los últimos años, justo cuando esperan el cambio de Lay.

En EE.UU. se estima que viven más de 11 millones de indocumentados, de los cuales un alto porcentaje son latinoamericanos, la mayoría mexicanos. Se estima que cada año ingresan a este país alrededor de 400 mil personas a quedarse, legal o ilegalmente, por lo que la cifra sigue aumentando.

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