Con insultos arrancó oficialmente la campaña electoral en Venezuela

CARACAS.- Aunque desde días antes los dos candidatos en contienda recorrían el país buscando votos y se atacaban verbalmente, desde el martes que se dio inicio oficial la campaña electoral por la presidencia de Venezuela, los dos han arreciado en sus insultos, mientras los programas de Gobierno brillan por su ausencia.

Nicolás Maduro y Enrique Capriles están dando una dura “pelea” desde los micrófonos y medios de comunicación, 6 meses después de la intensa carrera presidencial del año pasado, en la que Hugo Chávez fue elegido como presidente, pero que no se pudo posesionar por la grave enfermedad que lo llevó a la tumba.

Esta será una campaña relámpago porque sólo durará 11 días como lo estableció el Concejo Nacional Electoral, pero desde ya se sabe que será dura y repleta de insultos de ambas partes.

Aunque por ahora Maduro lleva la delantera en las encuestas, Capriles sigue ganado seguidores, gracias a que el Presidente encargado no ha podido conectarse con sus electores, los mismos que llevaron a Chávez a ganar la presidencia en varias ocasiones y que supuestamente le serán leales al candidato a la hora de votar.

Los analistas creen que si Capriles logra que la toda la oposición se una a su favor y Maduro no lleva a sus seguidores a las urnas, la disputa final por el poder será muy reñida, de ahí que ninguno de los dos ha dejado de atacar al otro, incluso desde los mismos días de las honras fúnebres de Chávez.

Maduro se presenta ante los venezolanos como el seguidor de las políticas sociales impulsadas por Chávez y afirma que la "extrema derecha parasitaria", no puede ganar, porque se perdería todo, al tiempo que tilda a Capriles de “irresponsable”, “fascista” y hasta los compara con Hitler. La situación ha llegado tan lejos que desde la campaña de Maduro han tratado de poner en duda la sexualidad de del candidato, porque dicen que su edad aún no se ha casado, como si esto fuera un delito.

Por su parte Capriles no se ha quedado atrás, ha acusado a Maduro de ser buen actor, puso duda las lágrimas que derramó en el sepelio de Chávez y dijo que el Presidente encargado había recibido las clases de actuación en Cuba, para quedarse en el poder, porque todo lo que ha pasado es producto de una mentira bien montada. Para completar comparó a Maduro con un ser siniestro y lo llamó “Toripollo”, un hombre que es mitad pollo y mitad toro.

De las plataformas de Gobierno Maduro sólo se ha limitado a decir que continuará con los proyectos de Chávez, pese a los problemas de seguridad, sociales y económicos que enfrenta el país, que tiene un desabastecimiento de productos de primera necesidad, mientras la inflación y la criminalidad siguen creciendo.

Por su parte a Capriles ha dicho con mucha fuerza que si llega al poder Venezuela dejará de financiar proyecto en otros países, "mientras acá existan venezolanos que se vayan a la cama sin comer, nosotros no vamos a regalar nuestros recursos" y aclaró que no le seguirá regalando petróleo a Cuba o otros países, pero si les seguirá vendiendo.