Nadie pudo detener ni el fraude, ni a Maduro en Venezuela

El hambre, la miseria, la crisis económica, política y social que vive este país suramericano, arrastrado a un sistema dictatorial, antidemocrático y tan perjudicial para toda la región, no fue suficiente para detener el mal Gobierno.  Aunque ahora gran parte de los países, entre ellos Canadá, Estados Unidos, Colombia, México, Perú y Argentina,  anuncian que desconocen el resultado de las elecciones que dejan como presidente de Venezuela a Nicolás Maduro, realmente lo que se está preguntando el mundo, es porque nadie, ni los mismos venezolanos, pudieron detener las lecciones amañadas, pese al desastre de Gobierno que ahora fue elegido hasta el año 2025.

EDITORIAL.- Hay muchas historias de fraudes electorales en el mundo, pero no uno tan descarado y tan claro como el que se dio en Venezuela, según lo denuncian los opositores, porque los pocos que salieron a votar, lo hicieron para recibir comida, o los regalos que dará el gobierno a los que respaldaron al Presidente Nicolás Maduro en su relección, quien tenía todo en contra para seguir gobernando, pero fue reelegido hasta el año 2025.

 La abstención fue mayoritaria, los opositores y los medios afirman que tuvo que ser por debajo del 20 por ciento, pero según los datos oficiales, a los que pocos les creen, la participación alcanzó el 46%. La falta de votante se dio especialmente porque la oposición invitó a los venezolanos a que no votaran, porque el Gobierno impidió la realización de unas elecciones justas, anulando a los que podían darle la batalla a Maduro en la contienda, e intercambiando, regalos votos, según lo denunciaron los mismos chavistas, algunos que salieron a votar, y que dejaron ver que lo hacían por física necesidad, algo que los opositores llaman hambre.

 En estas elecciones Maduro, ni siquiera tuvo un opositor que le diera la pelea, ya que los principales partidos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ahora agrupados en el Frente Amplio, rechazaron la cita por carecer, aseguraron, de garantías democráticas. El único adversario real de Maduro era Henri Falcón, que obtuvo 1,8 millones de votos, y luego salió a denunciar lo que todo el mundo le advirtió que pasaría, que todo era un fraude.

Maduro ganó pese a todo lo que está pasando en Venezuela, algo que seguramente no pasaría si las elecciones fueran realmente limpias.  El Presidente prácticamente había amenazado a su pueblo de lo que pasaría su él no era elegido. “Votos o balas”, enfatizó, luego de votar, y realmente muchos creen que eso ya está pasando ahora mismo en Venezuela, y por eso la gente huye del país a cualquier destino, o prefiere guardar silencio pese al sufrimiento que enfrenta cada día.

Muy pocos países han reconocido el triunfo de Maduro, incluso Canadá, EE.UU., y 14 naciones del mundo ya anunciaron que no reconocen al Gobernante y llamaron a los embajadores a consulta. Entre los pocos que felicitaron al presiente venezolano se encuentra el mandatario  ruso Vladimir Putin.

La Administración de Donald Trump reiteró que no piensa reconocer los resultados. El subsecretario de Estado de EE UU, John Sullivan, insistió en ello. “Tenemos que asegurarnos de que nos mantenemos en nuestro objetivo, que son los cargos corruptos del régimen, y no el pueblo de Venezuela”, afirmó.

 El Gobierno de Canadá, se unió al comunicado del Grupo de Lima, en el que se rechaza el proceso electoral y la elección de Maduro como Presidente, al que considera el líder de un gobierno ilegítimo por “no cumplir con los estándares internacionales de un proceso democrático libre, justo y transparente”. El comunicado también fue firmado por Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía.