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Ofrecen pago de estudios a quienes quieran trabajar de stripper

30 de Agosto de 2012 a las 04:10

 

 

 

 

 

TORONTO.- La cancelación de la visas de trabajo a mujeres y hombres que laboran en el entretenimiento para adultos, especialmente en clubes nocturnos de strippers y salas de masajes, generó que los propietarios de estos negocios salieran a buscar entre los universitarios de Canadá el remplazo.

 

 

En Windsor, los empresarios están ofreciendo el pago de la matricula y una bonificación a las jóvenes o jóvenes que quieran trabajar en sus negocios, en Toronto ya algunos avisos habían aparecido en las universidades y colegios ofreciendo los puestos vacantes, ante las criticas de varias organizaciones que consideran algo aterrador que esto este pasando y buscan que el gobierno tome alguna medida para impedirlo.

 

 

El problema surgió luego que el Gobierno determinó que no se renovarían las visas de trabajo a las personas que trabajan en el entretenimiento para adultos desde el pasado mes de julio y que estas personas deben abandonar el país una vez culmine el permiso vigente que por lo general era de 6 meses. Ahora los clubes nocturnos se están quedando sin sus bailarinas exóticas, que por lo general provienen de Latinoamérica, filipinas y la antigua unión soviética.

 

 

Según los dueños de clubes en Winsdsor ellos están dispuesto a pagarle a las estudiantes universitarias, a parte de su salario, un bono de hasta $ 1,700 para el pago de su matricula, y continuar haciéndolo si ellas demuestran que mantienen un buen promedio de notas mientras trabajan con ellos.

 

 

"Las niñas pueden tomar cualquier clase que quieren ayudar mejor a sí mismos", dijo Robert Katzman, propietario de varios clubes de Windsor y otros en EE.UU., quien agregó que ellas pueden estudiar finanzas, convertirse en auxiliares de enfermería y especialistas en cualquier rama de la medicina, mientras trabajan en sus clubes.

 

 

Katzman ofrece además un bono extra de $ 500 para las nuevas bailarines, siempre y cuando ese dinero se utilice para cubrir el alquiler de sitio de vivienda o para gastos de trasporte si es que vive fuera de Windsor. Para completar los propietarios de los clubes ofrecen asistencia a las bailarinas en todo lo relacionado con su belleza, como corte de pelo, maquillaje, vestuario y hasta el montaje del show que deben presentar en el escenario.

 

 

La exótica propuesta ya ha generado serias críticas y están generando un movimiento que busca impedir que las jóvenes universitarias se dejen seducir por las propuestas de los dueños de los negocios para adultos, pero por ahora no hay ninguna ley o norma que les impida a estos empresarios buscar sus trabajadores. Katzman, director de la Asociación de Entretenimiento Adulto de Canadá, dijo que los dueños del club están luchando para llenar una demanda de bailarines después de Ottawa el mes pasado dejó de emitir visados ​​a los strippers extranjeros.

 

 

Según sus datos hay 800 strippers extranjeras en Canadá y varios de ella se van a quedar como ilegales para trabajar en la clandestinidad en el comercio del sexo, porque a eso las está obligando el Gobierno.

 

 

"Hemos perdido una gran cantidad de las bailarines, porque hasta las que cruzaban la frontera con EE.UU. para trabjar en Canadá ahora no lo pueden hacer, porque no les dan permiso de trabajo", dijo Katzman, quien agregó que a las “chicas americanas les encanta estar aquí, pero ahora tienen que obtener un visado."

 

 

La situación para estos mercaderes del sexo está tan mal, que a parte de la búsqueda en las universidades con las propuestas antes mencionadas, también han lanzado una campaña publicitaria en los medios sociales y los periódicos en distintos idiomas en Canadá para contratar a bailarines de diferentes orígenes étnicos que quieran hacer el trabajo, así no tengan experiencia. Según Katzman gran parte de sus bailarinas les expira la visa de trabajo en las próximas semanas y ya están planeado regresarse a sus casa, otras se quedaran ilegal pero a ellas no les puede dar trabajo.

 

 

Agregó que estas bailarinas se sienten engañadas por Canadá porque han pagado miles de dólares en impuestos y hasta se sentían canadienses.

 

 

"Muchos de los clubes en las ciudades fronterizas y Toronto están sufriendo a causa de la falta de bailarines extranjeras", dijo Katzman. 

 

 

Perla una de estas bailarinas que lleva más de un año trabajando en Canadá, dijo que le toca regresarse a su país en noviembre, cuando su visa expire. "Todavía estoy aturdida porque yo tenía la esperanza de quedarme aquí", explicó Perla, quien no quiso revelar su verdadero nombre, pero agregó que de su dinero depende toda su familia, incluidos sus padres. Los funcionarios de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) dijeron que la medida de no renovar estas visas de trabajo busca proteger a los trabajadores extranjeros de la explotación sexual.

 

 

Desde 1998, una norma de migración permitió que cientos de bailarines extranjeras llegar al país, y para ello sólo tenían que tener una oferta de empleo canadiense de un club de striptease y demostrar que estaban calificados para trabajar como bailarinas exóticas.

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