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Ontario le declara “la guerra” a la marihuana sintética

04 de Marzo de 2013 a las 15:03

TORONTO.- Una guerra contra la marihuana sintética o "pot legal", como se conoce a veces en muchas ciudades de Ontario y de Estados Unidos, donde se expende sin mayores controles, porque se considera un producto legal, fue declarada por la Policía que realizará mayores controles a su mercadeo.

Inicialmente la policía de Windsor, Halton y de las Cataratas del Niagara lanzará una campaña educativa contra este producto alucinógeno y buscarán que las tiendas donde se venden lo saquen de sus estanterías, porque puede resultar muy peligroso para el que lo consume.

El “Incienso de hierbas y la olla sintética”, otros nombres con los que también es conocida la droga, que llega al mercado como K2, es una versión sintética del tetrahidrocannabinol (THC), la sustancia química que se activa en la marihuana.

El problema es que la droga figura como una sustancia natural, que es embazada y vendida, sin especificar realmente sus ingredientes. Según la policía de Windsor y Salud Canadá, ingredientes como los cannabinoides sintéticos, son peligrosos si su consumo es alto.

El problema para la policía es que existen muchas de estas drogas sintéticas, con diferentes nombres, pero que tienen un efecto farmacológico que es similar a la del THC, el principal componente psicoactivo del cannabis o la marihuana.

Marihuana sintética o "pot legal", como se conoce a veces, llegó a la región el año pasado y se está extendiendo por diferentes ciudades de Ontario, de ahí que las autoridades estén alertas sobre su consumo y especialmente por sus dañinos efectos.

Esta “droga” se está vendiendo en Ontario en paquetes de 1,25 gramos, que pueden costar entre $ 10 y $ 20. Los paquetes que son supuestamente legales, porque se basa en el contenido que dice la etiqueta, son de colores brillantes y la droga esta mesclado con diferentes sabores.

Según Health Canada, hay varios síntomas asociados con el consumo de estas sustancias sintéticas, especialmente todas las que tienen cannabinoides, que van desde taquicardias, hipertensión, dolor de pecho, convulsiones, agitación, alucinaciones, psicosis aguda, y hasta vómito. Los efectos a largo plazo pueden incluir irritación de las vías respiratorias, deterioro cognitivo, episodios psicóticos o esquizofrenia.

Según la Policía el producto es muy popular en Windsor, donde ya se está convirtiendo en un problema, por lo que están adelantando una campaña para evitar su consumo, mientras se establece su ilegalidad.

En Estados Unidos, el Estado de Michigan, desde el 2012 prohibió el uso de estas drogas sintéticas, especialmente el K2 y las denominadas sales de baño, que son aún más peligrosas, por lo que muchos estadunidenses estarían viajando a Canadá para consumir sin problemas.

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