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Protestas mantienen en jaque a Francia y al gobierno de Macron

04 de Diciembre de 2018 a las 07:00

Protestas mantienen en jaque a Francia y al gobierno de Macron
Aumento a los combustibles y alto costo de vida generan violentos disturbios

La situación es tan delicada que a su regreso de Argentina, el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió al primer ministro, Édouard Philippe, que se reúna con la oposición y con los ‘chalecos amarillos’ para buscar una salida a la crisis nacional provocada por sus protestas por el alza de los combustibles y el alto costo de vida, mientras el movimiento insta a nuevas protestas. El saldo hasta ahora, aparte de las pérdidas millonarias por los destrozos, son 133 personas heridas y 412 detenidas.

PARIS.- El presidente francés Emmanuel Macron fue abucheado mientras pasaba por restos de autos quemados y ventanas de comercios destrozadas en la avenida Kléber, en París, que dejaron las fuertes protestas en este país.

Macron se encontró con una escena caótica al volver de la cumbre del G20 en Argentina, tuvo que ver los grafitis en su contra en el Arco del Triunfo y los daños en las oficinas del monumento, que fueron saqueadas el día anterior. Los destrozos se produjeron en el fin de semana durante las protestas de los "chalecos amarillos" en París y otras ciudades de Francia en contra del alza en el precio del diésel y el alto costo de la vida.

Al menos 133 personas resultaron heridas y 412 fueron detenidas durante disturbios en París que derivaron de las protestas por el alto costo de la vida, informó este domingo la policía, en una nueva actualización sobre las repercusiones de las masivas manifestaciones de los "chalecos amarillos".

Entre los heridos había 23 policías, informaron voceros oficiales. Añadieron que 378 de los detenidos están en custodia policial, los cuales están a la espera de la decisión de la Justicia para definir si hay pruebas para su procesamiento.

El Gobierno francés no descartó decretar el estado de emergencia. "Todas las medidas deben ser estudiadas", señaló un portavoz del gobierno. A su vez, un fiscal confirmó que una persona falleció en un accidente de tránsito en un hecho "directamente relacionado" a los cortes de rutas de la protesta, cuando una camioneta chocó contra un camión.

Miles de manifestantes, liderados por el movimiento de los llamados "gilets jaunes" (chalecos amarillos), salieron a las calles para exigir que el gobierno dé marcha atrás al aumento en el impuesto del diésel. El presidente y sus ministros tuvieron una reunión urgente sobre seguridad para decidir qué acción tomar en respuesta a la violencia que tiene conmocionado a buena parte del país.

Según el ministro del Interior, el gobierno cometió un error en la forma en la que comunicó sus planes sobre el combustible, que fueron el detonante para las protestas. La idea del presidente es subir los impuestos de los carburantes como parte de su proyecto ecológico para promover otros tipos de energía y fortalecer, además, otros sectores de la economía del país. Pero la noticia fue muy mal recibida por las clases más bajas y el gremio de camioneros, quienes condujeron las manifestaciones.

En la búsqueda de una salida política a la crisis, el lunes el primer ministro Édouard Philippe se reunión con los partidos de la oposición mientras los manifestantes bloqueaban depósitos de combustibles de la petrolera Total, que reportó 75 gasolineras desabastecidas.

La manifestación nació como una protesta contra el aumento en las tasas de los combustibles y se mantiene pacífica en gran parte, aunque la capital francesa se ha convertido en escenario de disturbios dos sábados consecutivos.

La última vez que Francia vivió bajo un estado de emergencia fue en octubre de 2017, luego de dos años de continuas extensiones de la medida. La amenaza terrorista que azotó al país desde enero de 2015 con los ataques al diario Charlie Hebdo, y que se extendió con los atentados en Niza, Saint Etienne, París y Marsella, obligó al gobierno a adoptar esta medida especial a la que Macron le puso fin en octubre de 2017 tras aprobarse una nueva ley de fortalecimiento a la seguridad interior y la lucha contra el terrorismo. Pero ahora el mandatario estudia la posibilidad de adoptarla de nuevo para enfrentar el problema de seguridad social que lo persigue en las últimas semanas.

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