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Crecen protestas contra la C-31, enmienda que cambiara Ley de refugiado

30 de Mayo de 2012 a las 06:24

Por Ciro Alquichire V.

MONTREAL.- En Vancouver y Montreal se realizaron dos jornadas de protesta en contra de la Ley  C31, conocida como la “Ley de expulsión de refugiados”,  que muchos críticos consideran como una abierta forma de discriminación contra los inmigrantes o las personas de diferentes países que buscan la protección de Canadá.

Ellos entregaron cartas a políticos de la región con lo que buscan que se cree a nivel nacional una barrera al proyecto de Ley, que entre otras cosas establece cárcel para algunas familias que llegan a Canadá a pedir protección, incluidos los niños.

Organizaciones laborales, especialmente las que defienden los trabajadores agrícolas, grupos como  Ninguno es Ilegal, Justicia para Los Trabajadores Inmigrantes, mexicanos, lo mismo que diferentes comunidades del mundo representadas en Canadá, se pararon frente a entidades del gobierno, oficinas de políticos, especialmente de líderes del Parlamento, para exigir que no se vote a favor de esta enmienda a la Ley de Refugiados, porque se afectaría a millones de personas y muchos de los cuales ya están en Canadá, o que realizan trámites para llegar.

Los manifestantes buscan el apoyo de los políticos de cada región para dar una batalla legal contra el proyecto liderado por el Ministerio de Inmigración.

Con carteles en español, inglés y francés, los manifestantes quisieron hacerse sentir, frente a un Gobierno que no quiere ceder en todos los cambios que está realizando a los procesos de inmigración a Canadá. Aunque varios de los políticos no salieron a recibir las cartas de protesta, los manifestantes las metieron por debajo de la puerta de sus oficinas en espera de una positiva respuesta.

Las manifestaciones de rechazo al Bill C-31, se están llevando a cabo en diferentes ciudades y poblaciones en Canadá, están buscando la solidaridad de muchos canadienses, especialmente de inmigrantes que ya tienen un estatus legal en el país, para que por medio de cartas presionen a sus representantes en el Parlamento para que voten en contra de la propuesta.

En Montreal un grupo multicultural enarbolaron carteles, golpeando cacerolas y sartenes, y gritaron consignas en francés, Inglés y Español, dejando ver su posición contra la C-31, que ha llegado a ser conocida como la Ley de Exclusión de los Refugiados.

Los cambios a Ley de Inmigración de Canadá, tienen como objetivo deportar rápidamente a solicitante de refugio que un oficial considere que está mintiendo, sin derecho a apelación, lo mismo a las familias que vienen de países considerados por el Ministro de Inmigración como seguros.

Según el Gobierno lo que se busca es reprimir a los traficantes de personas, para que no sigan trayendo familias de países africanos y de algunas partes de Latinoamérica, que no han encontrado otra forma de llegar a Canadá.

Actualmente si una persona pisa suelo canadiense, tiene derecho a pedir refugio, algunos llegan por intermedio de una visa, pero otros, especialmente de los países más pobres no pueden lograr el visado porque deben demostrar que son ricos, por ello acuden a los traficantes que les cobran altas sumas de dinero para traerlos y en algunos casos los explotan cuando llegan a Canadá.

La nueva ley C-31, permitiría detener e estos refugiados hasta por un año, en los casos que llegan de manera ilegal, es decir sin un visado o cuando son traídos por los traficantes de personas, como los casos de los barcos que han llegado con centenares de familias que buscan refugio.

Por ahora el Gobierno acordó que el tiempo de reclusión no será mayor de 14 días, sin embargo, el proyecto de ley todavía contiene una norma que le negaría a las personas que logran obtener su refugio en Canadá obtener su residencia de manera rápida, porque deberán esperar 5 años para obtenerla y para lograrlo deberán demostrar que son capaces de de patrocinar a todos los miembros de la familia.

El proyecto de ley fue presentado por el ministro canadiense de inmigración, ciudadanía y multiculturalismo, Jason Kenney, quien ante las críticas cambio una norma que permitía inclusive deportar a las personas que ya han recibido la residencia, como era su deseo.

La presión de los manifestantes logró que por ahora una persona que tiene su condición de residente permanente en Canadá y llegó a ella por intermedio del refugio, no pueda ser deportado así las condiciones en su país de origen mejoren.

Los manifestantes también se oponen a lo que ellos llaman la "doble pena", porque las personas que no hayan logrado su ciudadanía, podrán ser deportadas en caso de ser responsables de un delito penal, lo que consideraron discriminatorio y racista.

En la protesta pacífica en Montreal, se vieron familias completas con niños, pidiendo que tumbe el proyecto. A la manifestación también asistieron personas vestidas con banderas rojas, que representan a los estudiantes que exigen la rebaja al costo de las matriculas y que se están solidarizando con los inmigrantes.

Canadá tiene una buena reputación internacional, como uno de los países más compasivos y humanitarios del mundo, que defiende los derechos de los refugiados, por eso muchos creen que la C-31 viola todos los derechos humanos consagrados en la Constitución, y lo regresa al pasado cuando se dieron varias normas racistas y xenofóbicas, como la deportación de japonés y chinos, que eran considerados menos que una persona.

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