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“La democracia en América Latina está en riesgo”: Human Rights Watch

19 de Enero de 2022 a las 20:07

“La democracia en América Latina está en riesgo”: Human Rights Watch

Las dictaduras en Venezuela, Nicaragua y Cuba, ponen en riesgo a los otros países

No hay independencia judicial, no hay un Congreso independiente, dice la alta funcionaria de HRW. Pone como ejemplo los casos de dictaduras como Venezuela, Nicaragua o Cuba, donde no existen elecciones libres ni instituciones democráticas que le puedan poner un freno al poder Ejecutivo.

MEXICO. - América Latina enfrenta un pésimo momento en materia de derechos humanos, el peor en “décadas”, ha dicho Human Rights Watch (HRW) en un informe en el que alerta sobre un retroceso de libertades en la región, con ataques a la independencia judicial, represión policial, amenazas a la libertad de prensa.

Tamara Taraciuk, directora en funciones de HRW para las Américas, dice que la democracia se está erosionando de distintas maneras y hoy la región está obligada a defender espacios que se solían dar por sentados. “Hay un alarmante intento por menoscabar la independencia judicial por parte de ciertos gobiernos y esto es de enorme preocupación”, advierte Taraciuk, que señala que el autoritarismo y el populismo “no tienen ideología”. Desde México, con un Gobierno que se define de izquierda, hasta Brasil, con un presidente de extrema derecha, varios países de la América Latina están viendo cómo sus mandatarios siguen el mismo libreto, sin importar sus posiciones ideológicas. Aquí unos apartes de la entrevista publicada en El País.

Pregunta. En el informe de HRW hablan de un “alarmante” retroceso en libertades básicas en América Latina. ¿Qué es lo más preocupante?

Respuesta. Las distintas maneras en que está erosionando la democracia en América Latina. Es difícil hacer un ránking por países, pero hay categorías que nos preocupan. Por un lado están los extremos. Los casos de dictaduras como Venezuela, Nicaragua o Cuba, donde no existen elecciones libres ni instituciones democráticas que le puedan poner un freno al poder Ejecutivo. No hay independencia judicial, no hay un Congreso independiente.

También hay un grupo de Gobiernos, de líderes que llegan al poder después de elecciones democráticas, pero una vez allí, lo ejercen ignorando las garantías fundamentales y el rol de las instituciones. Atacan la independencia judicial, atacan a la prensa independiente y adoptan medidas para dificultar el trabajo de la sociedad civil, de los defensores de los derechos humanos. En esta categoría claramente entran gobiernos como el de Jair Bolsonaro en Brasil, el de Nayib Bukele en El Salvador, el de Andrés Manuel López Obrador en México. El libreto autoritario y populista no tiene ideología. De derecha o de izquierda es igual de alarmante, es el mismo libreto a pesar de partir de posiciones ideológicas opuestas.

P. ¿Está en peligro la democracia en la región?

R . Estamos enfrentando riesgos enormes. Tal vez la buena noticia en este panorama sombrío es que a pesar de todos estos retrocesos y tendencias autoritarias que estamos viendo, en la región sigue habiendo una respuesta fuerte de un periodismo independiente, de defensores de derechos humanos, incluso en países como Nicaragua y Venezuela o Cuba, con las miles de personas que salieron a la calle en julio [de 2021] para poner freno a esos excesos.

En algunos países donde existen instituciones democráticas, como Brasil, han sido los jueces quienes han puesto un freno a los arrebatos de Bolsonaro. Por ejemplo, el Tribunal Supremo de Justicia limitó los intentos del presidente por tirar por la borda los esfuerzos de gobernadores por mantener la distancia social durante la pandemia. Hemos visto diferentes esfuerzos que han intentado parar esos excesos de poder y abuso. Si bien la democracia definitivamente está en riesgo, esos esfuerzos son una buena noticia.

P. En Cuba y en Colombia han usado la protesta para manifestarse justamente contra los abusos de poder y la respuesta de los gobiernos ha sido la represión.

R. El hecho de que la gente salga a protestar tiene que ver en mayor o menor medida con un intento de defender derechos y esto es una buena noticia que tiene que ver con la cultura cívica que muestra que en América Latina mucha gente todavía piensa que la democracia es el mejor vehículo que tenemos. En Cuba, estamos ante una dictadura donde hace décadas se limitan derechos fundamentales y era esperable que la respuesta de un régimen como el cubano fuera la represión, que se dio no solo en lo que vimos en julio del año pasado sino en lo que estamos viendo ahora. Se han sometido a juicio más de 200 personas, en muchos casos por el delito de sedición, que en Cuba criminaliza el hecho de “perturbar el orden socialista”. Son juicios que se dan a puerta cerrada, sin abogados defensores independientes, y pueden terminar con hasta 25 años de condena. Estas son penas absolutamente desproporcionadas que violan los derechos fundamentales.

En Colombia, HRW documentó al menos 25 asesinatos a manos de la policía, detenciones arbitrarias, abusos físicos, incluyendo sexual. No se trató de casos aislados sino de una falla estructural de las fuerzas de la policía colombiana, la única de la región que depende del ministerio de Defensa, lo que ha hecho difícil la rendición de cuentas por estos abusos.

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