Bien por Canadá, dijo ¡NO!, a prueba de vacunas sin terminar entre sus ciudadanos

Menos mal el Gobierno de Canadá puso una barrera a la pruebas de vacunas sin cumplir todos los estudios de laboratorio entre sus ciudadanos. El Primer Ministro Justin Trudeau, dijo que la vacuna solo se aplicará en el país cuando se pruebe que es completamente segura, no se expondrá a los canadienses al peligro de probar vacunas en fase de prueba como lo va hacer Rusia y China, y lo pretende hacer Estados Unidos por presión de Trump, porque aún no se saben todas las consecuencias de dar este paso. El remedio podría ser peor que la enfermedad, ya lo ha dicho  la misma Organización Mundial de la Salud, que está alertando a todo el mundo del riesgo que se corre al tomar “atajos”.

EDITORIAL.- Hay países que ya están permitiendo el ensayo en humanos de vacunas que no cumplen con los procesos normales que establezcan que es totalmente segura, incluso ya se están planeando vacunaciones masivas sin que se cumplan los tiempos que permitan evitar cualquier tipo de riesgo, todo porque muchos gobiernos han dado prioridad a salvar la economía que a las personas, menos mal eso por lo visto no pasará en Canadá, o al menos así lo anuncio el Gobierno de Trudeau.

Científicos y expertos en salud han expresado su preocupación de que el presidente Donald Trump ejerza presión sobre la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) para que lance una vacuna antes de noviembre para aumentar sus posibilidades de reelección.

Esta presión está acelerando los ensayos en humanos en todas partes, cuando estos deben responder a todos los protocolos de bioseguridad, y no a una necesidad, porque implica exponer a los voluntarios a daños irreversibles, incluso a la propia muerte, porque aún no hay una vacuna contra el coronavirus.

La Organización Mundial de la Salud ha alertado sobre el peligro de tomar 'atajos' en la preparación de vacunas, especialmente en la situación vigente de la pandemia de coronavirus. Según el organismo, la vacuna debe aprobarse en función de los resultados obtenidos en la fase 3 de ensayos clínicos, con gran número seres humanos. La científica jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, ha realizado esta declaración en las fechas en que Rusia se dispone a vacunar a su población con la producida por ellos, pese a que no está acabada esta fase, y China también vacuna con su producción propia a sus trabajadores esenciales aunque tampoco han concluido con la Fase 3.

La aprobación prematura de una vacuna implicaría riesgos. Uno de ellos es que la misma tenga una eficacia demasiado baja, con lo cual se alejaría el objetivo del fin de la pandemia. "Lo más importante es que las decisiones se tomen en función de lo que dice la ciencia y contar con un grupo de científicos que no sea influenciado por ningún interés, que analice los datos y recomiende si una vacuna debe ser aprobada", dijo Swaminathan en rueda de prensa.

El director de emergencias de la OMS, Mike Ryan, explicó que en los ensayos clínicos se pasa "de vacunar a cientos de personas, a cientos de miles. Si empezamos a vacunar a millones de personas muy rápido podemos pasar por alto algunos efectos adversos".

El principal experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos advierte que distribuir una vacuna COVID-19 bajo pautas especiales de uso de emergencia, antes de que se haya demostrado que es segura y efectiva en ensayos grandes, es una mala idea que podría tener un efecto paralizador en las pruebas de otras vacunas.