Deportaron a los latinos capturados en las redadas en Toronto

Por: CIRO ALQUICHIRE V.

Denuncian que el operativo de la CBSA fue directamente contra los latinos

Dramática historia de un obrero mexicano que ya fue deportado y separado de su esposa y sus dos hijos, uno con síndrome de donwn. Por ahora la lucha de las organizaciones, abogados y líderes de la comunidad, es que las redadas no se repitan y que las familias afectadas y los capturados reciban la mejor asesoría legal para enfrentar esto que muchos consideran un ataque contra la comunidad hispana de parte de la CBSA.

TORONTO.- En menos de 48 horas fueron deportados varios de los inmigrantes indocumentados que fueron capturados en Toronto, sin que pudiera mediar ninguna acción legal que impidiera su expulsión del país, pese al esfuerzo que realizaron abogados y paralegales que asumieron la defensa de estas personas.

Vilma Filici, especialista en Migración en Canadá

Según Vilma Filici, especialista en Migración en Canadá, expresidenta del Congreso Hispano Canadiense, y gran defensora de los indocumentados, quien asumió gratis la defensa de tres de los capturados de origen mexicano, lamentablemente no se pudo hacer mucho por ellos porque ya había una orden de captura y deportación en su contra.

Explicó que las personas que han pasado un proceso de migración, donde fueron rechazados, y ya hay una orden de arresto y deportación en su contra, es muy poco lo que se puede hacer, aunque aclaró que no pasa lo mismo cuando un inmigrante que entró como turista, estudiante o trabajador,  decide quedarse cuando el tiempo se le cumple, porque para ellos hay varias figuras a las que pueden aplicar, como una petición de refugio o una la aplicación a una residencia por razones humanitarias, lo que impide que sean deportados mientras se revisa su caso.  A ellos se suman los inmigrantes que pueden demostrar que están adelantando algún tipo de proceso legal para formalizar su situación legal.

Dentro de los capturados y deportados Filici narró la triste historia de un padre de familia mexicano que cayó en la redada y quien pese al dolor que le causaba separarse de su familia, se negó a dar los datos de donde se esconde su esposa y sus dos hijos. El obrero de la construcción, casado con una mexicana, tiene dos hijos uno de los cuales es canadiense con síndrome de down que recibe un tratamiento especial, algo que seguramente no tendría en México y por lo que no quiere que el pequeño sea capturado con su mama y sea deportado, porque perdería estos beneficios.

La pareja que ha generado mucha solidaridad entre la comunidad por su triste situación, pero además porque han demostrado ser buenas personas que trabajan fuertemente para salir adelante, perdieron su petición de refugio como les pasa a muchos mexicanos, que pese la inseguridad que afecta a todo su país, no logran que el Gobierno canadiense les brinde protección. Ellos decidieron quedarse sin un estatus legal ante el temor de regresar a México, porque quieren brindarles un mejor futuro a sus hijos.

Esta familia ahora fue cruelmente separada por Migración. Mientras la madre se esconde con sus hijos en Canadá, porque contra ella también hay una orden de captura y deportación, el padre ya está en México, seguramente intentando la manera de regresarse para reunirse con sus hijos y su esposa.

El mismo drama de esta familia los viven miles de inmigrantes, que ahora y ante el pánico de caer en una redada viven escondidos, un miedo que se ha apoderado de los inmigrantes latinos y de otras partes del mundo que no tienen un estatus legal en Canadá o están en proceso de obtenerlo. Para ellos cualquier cosa puede pasar en las calles si se enfrentan a los oficiales de migración y no llevan sus documentos, porque muchos no saben qué respuesta pueden dar y cómo actuar legalmente ante esta situación. Por ahora ellos prefieren quedarse en sus casas, hasta con sus hijos, mientras no tengan la seguridad de que las batidas no se van a seguir realizando en Toronto.

Durante los últimos años los inmigrantes que no han podido legalizar su situación se sentían seguros en Ontario y particularmente en Toronto, porque supuestamente fue declarada como una ciudad santuario, en donde no se pueden realizar redadas, a menos que sean por razones de seguridad, pero de acuerdo a especialista en el tema la declaratoria de ciudad santuario supuestamente solo rige para las autoridades locales, no para las federales. El operativo en la zona de Jane y Finch fue realizado por oficiales del orden nacional. Es más aclararon que por ahora el único lugar santuario seguro y que se respeta por parte de las autoridades federales y locales es una iglesia, pero por más razones éticas, que legales.

Para ellos las deportaciones en menos de 48 horas de los inmigrantes capturados están dentro de los términos legales, pero para muchos lo realmente irregular, racista, inhumano y anti-hispano, de este caso, fue que los oficiales no estaban deteniendo a todos los vehículos que pasaban por el lugar, buscaban camionetas que llevaban obreros y pedían documentos a personas con rasgos latinos muy específicos hasta en las cafeterías de Jane y Finch.

Como recordará la semana pasada  La Portada Canadá dio a conocer las redadas que realizó la CBSA, en colaboración ​​con el Ministerio provincial de Transporte y la Policía Provincial de Ontario, en el que fueron detenidas 21 personas y que según la CBSA se realizó como parte de un plan de seguridad para la ciudad que se adelanta por la avenida de Wilson, entre Jane Street y la autopista 400. 

Crecen las críticas y las protestas por la redada a indocumentados   Aunque no hay datos oficiales se estima que en Canadá, y especialmente en Ontario viven más de 500 mil personas sin un estatus legal, la mayoría trabajadores de la construcción o en oficios varios, que pagan sus impuestos, ayudan a la economía y realizan las labores que muchos canadienses o personas con papeles no hacen, por eso para las personas que defienden a los recién llegados, un país como Canadá, defensor de los derechos humanos no le puede dar tratamiento de delincuente estas familias por no tener un documento que le permita vivir sin contratiempos en este país, porque no son criminales, no merecen ir a prisión y se debe buscar la manera de regularizar su situación, porque no se debe olvidar que Canadá es un país hecho por inmigrantes.   Anualmente de Canadá son deportados alrededor de 10 mil personas, según datos oficiales suministrados por la CBSA, la mayoría de ellos solicitantes de refugio a los que no les fue aceptada su petición.    Muchas organizaciones como No One is Illegal, defensores de los derechos de los inmigrantes, abogados y especialistas en materia de migración como Vilma Filici y el columnista de la Portada Canadá, y consultor de inmigración Alberto Mestanza, han alzado su voz de protesta por lo que consideran un acto en contra de los inmigrantes, pero particularmente contra la comunidad latina, por el lugar en que se realizó el operativo, la utilización de personal encubierto, los capturados y porque supuestamente solo se le exigieron documentos a personas con rasgos muy hispanos, no a todo el mundo.   El abogado Macdonald Scott, quien también representó a dos detenidos, dijo que la redada de CBSA, fue claramente contra una minoría visible.   Por su parte Sharry Aiken, decano de la Facultad de Derecho de Queen’s University, dijo que las personas no están obligadas a mostrar identificación a los oficiales si no son sospechosos de haber cometido un delito de inmigración, algo que es difícil de establecer. Para Tings Chak de No One is Illegal, lo que se vio en las calles fue un operativo contra las personas de color, contra las personas que se parecen a los inmigrante, mientras el abogado MacDonald Scott, que está representando a dos de los trabajadores capturados, manifestó que una acción como estas no se puede repetir en la ciudad e hizo un llamado a la Premier de Ontario y a los políticos de la región para que se pronuncien, algo que hasta el momento no ha pasado.