Precios altos y sin cambios en el equipo resultan en la derrota en el juego de apertura durante la celebración de su leyenda

Foto cortesía de Frank Gunn / The Canadian Press

Por Eduardo Harari

 

Toronto. - Mucho antes de que la ceremonia previa al juego comenzara oficialmente el jueves, había recordatorios de Roy Halladay en todas partes donde mirabas.

 

Una pancarta con su apodo, Doc, y su número, 32, cubrían el frente del nivel 400 a lo largo de la línea del campo derecho. Decenas si no cientos de fanáticos usaron la camiseta de Halladay, mientras que más todavía trajeron letreros que conmemoraban su vida y carrera. "RIP # 32", lee un letrero destacado en el centro izquierdo.

 

Incluso detrás de escena, los tributos eran evidentes. Hay un pitcheo con el No. 32 de Halladay montado en una pared dentro de la casa club de los Blue Jays. Las camisetas colgadas en el casillero de cada jugador mostraban un parche No. 32 en la manga izquierda para conmemorar al lanzador que murió trágicamente en un accidente aéreo en noviembre pasado.

 

La atmósfera en el Rogers Center ya estaba cargada de emoción, entonces, cuando oficialmente comenzó la retirada de Halladay antes del primer partido de la temporada de los Azulejos. Para el momento en que había concluido, la esposa, hijos, compañeros de equipo y fanáticos de Halladay habían contribuido a una ceremonia memorable que aseguraba que ningún jugador de los Azulejos volvería a vestir el No. 32.

 

"Era un tipo especial, y no estoy hablando solo de lo que hizo en el campo", dijo el manager de los Azulejos, John Gibbons, quien dirigió a Halladay desde 2004-08. "No dijo mucho. Se guardó para sí mismo. No vas a encontrar un trabajador más difícil.

 

Foto cortesía de CTV News

Evidentemente, muchos otros miembros de la organización Blue Jays se sentían de la misma manera. Junto a la esposa de Halladay, Brandy y sus hijos Ryan y Braden, había una colección de sus compañeros y entrenadores, entre ellos Cito Gaston, Brad Arnsberg, Scott Rolen, José Cruz Jr., Paul Spoljaric, Paul Quantrill, Jason Frasor, Chris Carpenter y Pat Hentgen. Desde el dugout de la tercera base, la edición actual de los Blue Jays vio como un tributo en video conmemoraba su legado.

 

"Cada quinto día como fanático del béisbol, no se podía esperar a Roy Halladay", dijo Pat Hentgen, ganador del premio Cy Young en el video.

 

En el transcurso de 12 temporadas con los Azulejos, Halladay tuvo marca de 148-76, registró una efectividad de 3.43, hizo seis equipos de estrellas y ganó el primero de sus dos Premios Cy Young. Un probable miembro del Salón de la Fama, se convierte en el segundo jugador de los Azulejos en tener su número retirado, uniéndose a Roberto Alomar.

 

No solo fue eficaz Halladay, sino que también fue duradero. Lideró la Liga Americana en las entradas tres veces como miembro de los Azulejos, llegando a 266 entradas en 2003. Parte de la razón por la que lanzaría tan profundo en los juegos era su eficiencia, pero había otro factor en juego, también .

 

Foto cortesía de CP24.com

"Una cosa sobre Roy", recordó Gibbons. "Fue élite en el juego cuando lanzó aquí, por lo que desde el punto de vista de un gerente, la decisión más importante que tomarías es si lo

eliminas o no".

 

Algunos días esa llamada fue más fácil que otros. Gibbons recuerda un juego en el Fenway Park donde sacó a Halladay después de ocho entradas solo para ver al cerrador Miguel Batista permitir que los Medias Rojas se recuperen en la novena entrada. Después de que los Blue Jays escaparon con la victoria, Gibbons se acercó a su as.

 

Foto cortesía de Nick Turchiaro / USA Today Sports / Reuters

"Roy, hey, nunca volveré a hacer eso", dijo Gibbons. "Créeme."  

"Dijo 'no te preocupes'", agregó Gibbons. "Pero aprendí mi lección".

 

Después del video tributo, los Azulejos desplegaron una pancarta No. 32 en el jardín central, retirando oficialmente su número y asegurando que habrá un recordatorio visual de la excelencia de Halladay a partir de ahora.

 

Normalmente, un primer lanzamiento ceremonial seguiría. Pero bajo estas circunstancias, eso no se habría sentido del todo bien, así que Braden y Ryan Halladay caminaron hacia la lomita en la que su padre protagonizó y en su lugar colocaron una pelota de béisbol.

 

 

Foto cortesia de  Nick Turchiaro-USA TODAY Sports

Luego comenzó la temporada y todo salió mal. Los Yankees los aplastaron, 6-1, y no estuvo tan cerca. El nuevo gigante de jonrones, Giancarlo Stanton, el segundo gigante de jonrones del Bronx, después de Aaron Judge, tuvo tantos jonrones como los Azulejos. J.A. Happ se perdió una bola rápida de dos costuras en la primera, y ese fue el lanzamiento que deseó haber tenido. Él no estaba mal del todo. Los Yankees son demasiado fuertes.

 

Pero el nuevo jardinero izquierdo de los Azulejos, Curtis Granderson, lanzó un elevado en el primer turno al bate de Nueva York, y para el cuarto quedó claro que Josh Donaldson realmente no puede tirar. Su hombro aparentemente lo ha estado molestando durante toda la primavera. Las palabras "brazo muerto" fueron lanzadas después.

 

"No creemos que sea un gran problema", dijo el manager de los Azulejos, John Gibbons. "Está muerto".

 

Nada funciona a menos que ganen. Los precios de las entradas han subido y las subscripciones de temporada bajaron de 20,000 a 13,000, y tratar de mantener al equipo constante con el mercado secundario, muchos de ellos son revendedores de boletos que reaccionan tanto a los aumentos de precios como a la percepción de riesgo-recompensa en boletos de postemporada. De todo lo que se dijo sobre la tranquilidad de los Azulejos en la temporada baja, uno se destacó.

 

Foto cortesia de Sportsnet.ca

"Si solo estuviéramos dirigiendo nuestro equipo sin fans, y fue un ejercicio intelectual, probablemente hubiéramos pulsado un botón de reinicio hace más de un año", dijo el presidente del equipo Mark Shapiro en diciembre. "No niego dónde estamos ni cuáles son las alternativas estratégicas. Pero la realidad es que se pagó un precio muy, muy alto para poner a un equipo en el campo al que respondieron nuestros fanáticos de una manera increíble en todo el país ... sentimos la obligación de tratar de presentar un equipo competitivo y contendedor. En el momento en que sienta que no es posible, pivotaremos ".

 

En otras palabras, evite una reconstrucción porque el dinero está llegando. Esta oficina no se ha conectado con la base de los fanáticos, todavía no. No lo harán hasta que funcione. La gente quiere entusiasmarse con este equipo. Quieren amarlos muchísimo. Cuando los Azulejos finalmente se pusieron realmente buenos por primera vez en más de 20 años, fue como si una gran reserva subterránea de afecto volviera a la superficie, y alcanzó un punto inimaginable. La temporada pasada, comenzó a cambiar de dirección.

 

A partir del final del juego, el jueves quedan entradas disponibles en Ticketmaster para el final del domingo contra los superdotados Yankees en casi todas las secciones de tamaño completo en el estadio. Quién, por cierto, los Azulejos juegan 18 veces más.

 

Foto cortesia de Rick Madonik / Toronto Star

"No voy a dejarme llevar, es un juego, tenemos otro mañana, pero tienen un buen equipo", dijo Martin. "Ellos ya tenían una buena alineación, y tú agregas a Stanton a eso. Pero siento que tenemos el lanzamiento para luchar eso. Vamos a tener que hacer nuestro mejor esfuerzo para competir con ellos ".

 

Todavía quedan muchos juegos, y la mayoría de ellos no están en contra de Nueva York. Hay tiempo para que el picheo de Toronto estabilice las cosas, y para que algunos bates se calienten. Puede que no sea probable, pero es posible.

 

Pero tal vez no lleguen, y es un largo y decreciente esfuerzo. Dos días antes de que comenzara la temporada, Vladimir Guerrero, una de las estrellas del futuro e hijo de una estrella del pasado, ofreció su momento perfecto con ese jonrón en Montreal. Odiarías que fuera la mejor parte.