Alrededor de 70 mil trabajadores extranjeros deben abandonar Canadá.

Por CIRO ALQUICHIRE V. Mientras organizaciones tratan de defenderlos con marchas de protesta ante oficinas de Migración Canadá, muchos de estos trabajadores manifestaron a los medios que tiene miedo de hablar sobre su precaria situación jurídica, laboral y de vida, porque temen ser expulsados del país.

TORONTO.- En tremendo lio jurídico, migratorio, por quedarse sin estatus legal, están quedando alrededor de 70 mil trabajadores extranjeros que ingresaron al país a partir del 1 de abril del 2011, porque aunque muchos ya tienen profundas raíces en Canadá, contratos de trabajo y algunos hasta familia, ahora deberán salir a esperar 4 años por fuera de la nación para poder ingresar de nuevo con un contrato laboral, porque ya la mayoría empezó a perder sus personas laborales y de residencia legal que obtuvieron por el denominado programa 4x4.

La situación es tan problematice que ya se han realizado marchas de protestas en grandes ciudades del país, incluido Toronto, Vancouver y Calgary, para exigir al gobierno y especialmente a Migración Canadá una solución a este problema que está dejando a las empresas sin mano de obra calificada y con mucha experiencia, y a una personas a puertas de una deportación del país o de la ilegalidad, porque estos inmigrantes ingresaron bajo un programa específico en donde se les permitía laboral durante cuatro años, y se le otorgaban todos los permisos correspondientes, bajo el compromiso de abandonar el país cuando cumplieran el periodo. Solo pueden volver a regresar a Canadá con un nuevo permiso de trabajo que se le otorgará tras cumplir cuatro años por fuera, o en su país de origen, algo que muchos consideran totalmente injusto, por los aportes que han hechos estos extranjeros a la nación.

Hace una semana decenas de manifestantes se reunieron frente a una oficina de la ciudadanía e inmigración en el centro de Toronto para exigir respuestas del Gobierno, porque no quieren abandonar el país. La Alianza de los Derechos de los Migrantes para el Cambio, (Migrant Workers’ Alliance) que esta defendiendo a estos extranjeros, dijo que la expulsión de estos trabajadores que ya han logrado una estabilidad en el país, es una exclusión masiva de inmigrantes y va contra normas de defensa de derechos humanos.

Expertos en el tema afirman que se está sacando del país mano de obra calificada, capacitada y adaptada al trabajo en Canadá, para luego reemplazarlos con otro grupo de trabajadores extranjero, que llegarán a iniciar un proceso, para luego quedar en la misma situación. Consideran que esta es una manera de explotar y desconocer los grandes aportes que realizan estos inmigrantes a la economía, al negarles unos derechos que han adquirido durante este tiempo de trabajo y estadía en la nación. Para ellos esta situación los deja muy vulnerables frente a sus empleadores y algunos ya están pensado quedarse sin un estatus legal, porque no están dispuestos a regresar a sus países de origen a esperar 4 años a que Migración les de otro permiso de trabajo.

Para los defensores de estos inmigrantes el Gobierno debe entender que son extranjeros que ya tiene un arraigo dentro de una comunidad o una empresa, que realizan muchas de las labores que los canadienses no quieren o no pueden realizar por  desconocimiento, como es el caso de los obreros de la industria petrolera, o los que trabajan en las labores de la agricultura; quieren seguir en el país pero con un programa que les garantice una mayor estabilidad.

Para los defensores de los inmigrantes la expulsión de estos trabajadores del país va generar un mensaje muy negativo a otros extranjeros que quieren venir a trabajar a Canadá y que se requieren para el desarrollo económico, porque se está mandando un mensaje de inestabilidad. Pese a ello hay un grupo de canadienses que considera que en el país hay muchos desempleados que podrán asumir los puestos de los extranjeros, por lo que apoyan su salida.