Alcaldes de Canadá en pie de “lucha” por los millones que va entregar el Gobierno

El Nuevo Primer Ministro de Canadá Justin Trudeau dijo que en su estrategia para impulsar la economía del país y bajar el índice de desempleo, va invertir miles de millones en infraestructura en toda la nación, dinero que va llegar a los alcaldes para que inviertan en obras que beneficien a los residentes de las poblaciones o ciudades que administran, por ello muchos mandatarios locales están en plena “lucha” por estos recursos federales que han sido prometidos por los liberales.
 

EDITORIAL.- Para bien o para mal, dependiendo de los proyectos y obras que se realicen, porque el dinero saldrá de manos de todos los canadienses con su pago de impuestos, los alcaldes de Canadá recibirán millonarias partidas del Gobierno Federal para invertir en infraestructura, es decir vías, sistema de trasporte público, puentes, nuevas edificaciones públicas como colegios, escuelas, hospitales y para la recreación o el deporte, entre otros, pero de sus proyectos y el buen manejo dependerá que realmente este dinero sea muy bien utilizado.
 

El país no pasa por buen momento en su economía en gran parte por la caída internacional de los precios del petróleo que está dejando a muchas personas sin trabajo y a varias empresas al borde de la quiebra, por ello el Gobierno Federal quiere invertir una importante suma de dinero en obras en todo el país, que serán definidas en gran parte por los alcaldes, por ello ya se inició una carrera entre los mandatarios locales para buscar quien se queda con la mayor parte de esta “torta”.
 

Para los expertos en estos temas los grandes ganadores de este presupuesto seguramente serán los alcaldes de las grandes ciudades del país que ya tienen avanzados grandes proyectos y requieren los recursos, porque indudablemente van a seleccionar las propuestas que ya cuenten con algún avance, lo que probablemente va traer algunas críticas y enfrentamientos entre los alcaldes y los gobiernos provinciales.
 

Por ejemplo en Vancouver, el alcalde quiere impulsar un nuevo metro de este a oeste a lo largo de una de las arterias más congestionadas de la ciudad, mientras Surrey, una población cercana a esta gran ciudad, que seguramente dentro de poco tendrá más población que Vancouver, quiere construir un sistema de transporte rápido. Ambos proyectos están en el limbo porque los residentes de estas ciudades votaron un referéndum en el que rechazaron un aumento de impuestos para ayudar a financiar el costo de las dos iniciativas, por lo que el dinero del Gobierno Federal los podría ayudar, pero seguramente no hay para los dos. A eso se le suma que el Gobierno Federal de BC, quiere hacer otras obras viales, muy diferentes a lo de los alcaldes. De ahí el conflicto que se puede generar.
 

Sobre Toronto, Trudeau ya ha comprometido cerca de $ 2 mil millones en dólares en infraestructura para el plan SmartTrack de Toronto, pero la ciudad quiere mucho más, y ve en el anuncio del Gobierno federal una buena oportunidad para la línea Crosstown, mientras en Montreal, el Alcalde ya tiene listo el proyecto para la prolongación de la línea azul del sistema de metro. El programa de apoyo financiero para la infraestructura de las ciudades y poblaciones del país puede ser muy bueno, porque va a ayudar a que muchas poblaciones obtengan los grandes recursos que requieren para sus obras sin necesidad de colocar impuestos, pero también seguramente va traer enfrentamiento si el dinero no alcanza para todos.
 

Políticamente el plan de infraestructura también ayudará a reforzar la posición de los liberales en las ciudades más grandes del país, y alejará a los conservadores del poder federal, pero todo dependerá del buen manejo o mal manejo que le den los alcaldes a estos recursos y al control que ejerza el gobierno federal para que se hagan las obras, porque si algo sale mal al Gobierno Liberal lo podrían bajar del trono en el que hoy se encuentra. Por el bien del país y de las alcaldías, ojala estos recursos realmente sean muy bien utilizados, sin importar el partido político, porque ese dinero lo pagaran todos los canadienses.