Argentina regresa al “kirchnerismo”, de la mano del peronista Alberto Fernández
29 de Octubre de 2019 a las 03:30
Cristina Fernández, será la vice presidenta de un gobierno que recibe un país en crisis
El Candidato de Cristina Fernández de Kirchner, se impuso con claridad al presidente Mauricio Macri que no logró la relección, en parte por no cumplir su promesa de hacer crecer la economía del país su americanos, sumido en una profunda crisis económica desde antes que el llegará al poder. El nuevo presidente Alberto Fernández recibirá un país con pobreza e inflación en auge, una fuerte fuga de divisas, el peso argentino por el suelo y grandes dificultades para pagar la deuda externa, muchos argentinos, creen como en la época de Macri, que su nuevo mandatario sea ese salvador que estaban esperando hace varios años.
BUENOS AIRES.- Con el 48 por ciento de los votos, Alberto Ángel Fernández, un abogado porteño de 60 años, recibió los votos de más de 12 millones de argentinos, que hicieron innecesaria una segunda vuelta. Con lo que pasó el domingo en las elecciones presidenciales, en las urnas queda demostrando el rechazo al gobierno saliente de Mauricio Macri, que no pudo recuperar el país de la crisis económica que lo afecta por más de una década, y que tiene a argentina al punto de la quiebra, con una inflación galopante, creciendo el desempleo y una deuda internacional que sube sin parar.
El peronismo volvió al poder en Argentina: la victoria en las elecciones presidenciales de Alberto Fernández marca un nuevo capítulo para el movimiento que ha dominado la política argentina por 70 años. Cristina Fernández de Kirchner también vuelve a primera línea, esta vez como vicepresidenta.
Tras cuatro años de una mala gestión, con índice de pobreza que ronda el 40 por ciento, los argentinos con su voto le demostraron el rechazo a su presidente, y le abren las puertas a los líderes de la alianza kirchnerista-peronista Frente de Todos, que el domingo ganó en las elecciones generales, superando ampliamente a Macri.
El presidente electo comenzará su mandato el 10 de diciembre con mayoría absoluta en el Senado, pero no en la Cámara de Diputados, donde contará con 120 de las 257 bancas. El terreno recortado por Mauricio Macri desde las primarias de agosto -8 puntos- fortaleció a su coalición, Juntos por el Cambio. El macrismo ganó nueve diputados y controlará 119, según los resultados provisionales. La Cámara de Diputados queda así dividida en dos grandes bloques y ni siquiera la suma de todo el peronismo alcanza la mitad más uno, lo que lo obligará a Fernández a negociar cada ley que quiera sacar adelante.
Cabe recordar que cuando Macri ganó las elecciones, en 2015, e interrumpió 12 años de gobiernos peronistas, la inflación y el déficit fiscal eran altos y existía un complejo control de cambios que generaba trabas, aislamiento y mercados negros. Ante eso, el gobierno optó por el llamado "gradualismo": un ajuste a cuentagotas que iría reduciendo el gasto público sin golpear a las poblaciones vulnerables que dependen del mismo, pero según los críticos a Macri le fue mal, porque no era solo un problema de ajuste, y en cuatro años no hizo lo que se requería para enfrentar la crisis económica que golpea a todo el país, lo que precipitó su derrota en las elecciones.
La tercera economía sudamericana puso fin a los cuatro años de gobierno de Macri, un social-liberal que buscó modificar profundamente al país y terminó estrellándose precisamente contra el principal problema estructural de la economía del país: la incontrolable inflación.
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