Estamos caminando rumbo a un mundo sin billetes
10 de Mayo de 2017 a las 10:17
Expertos aseguran que en poco tiempo el pago virtual se impondrá en todo el mundo
Dólares, euros, pesos, monedas, parece que tienen sus días contados, o sus años contados, porque el mundo va en carrera a un mundo digital donde está previsto que no se necesitarán billetes. Corea la semana que pasó anunció que pondrá fin a las monedas, la Comisión Europea debate una propuesta que instaría al Banco Central Europeo a experimentar con un euro virtual, lo mismo que Banco de Inglaterra, el de Suecia o el banco popular chino. Canadá ya eliminó las monedas de centavo, como ya lo han hecho muchas naciones, mientras en el mundo se impone los pagos virtuales con el celular.
LONDRES.- Por cuenta de los avances tecnológicos y la era virtual ya hay muchas cosas y trabajos que están desapareciendo, como el teléfono en casa, las cartas en papel y los carteros, pero ahora por lo visto le está llegando el turno a los billetes, porque los expertos vaticinan que el mundo se está moviendo a una economía sin papel moneda, solo con billetes virtuales, aunque muchos aseguran que aún falta algunos años para esto sea una realidad mundial, porque hay que cambiar muchas normas.
Poner fin a los billetes, y entrar al mundo como el de los bitcoins, una moneda que opera por internet y que está en auge, parece que es lo que están explorando los bancos, pero las nuevas monedas digitales, serían muy diferentes, porque se debe diferenciar entre monedas digitales (como un euro digital) y monedas virtuales (descentralizadas, como los bitcoins).
Según un informe de El País, recientemente diversos estudios están explorando la posibilidad de emisión, por los bancos centrales, de monedas virtuales similares al bitcoin que puedan reemplazar a los billetes. Hasta ahora, crear un “efectivo digital” intercambiable de forma anónima entre iguales y sin intermediarios, como los billetes, era técnicamente imposible. Sin embargo, la tecnología blockchain (que combina registros de información distribuidos y criptografía, permitiendo transacciones directas entre iguales) facilita estos esquemas.
El uso de blockchain permite modificar ciertas características del efectivo: se puede limitar su circulación a un universo restringido (frente al carácter universal de los billetes); identificar a los tenedores (en contraposición al anonimato del efectivo); o introducir el pago de intereses (frente al valor nominal fijo de los billetes). Las propuestas existentes persiguen diversos objetivos: agilizar los sistemas de pagos interbancarios mayoristas, sustituir parcial o totalmente al efectivo (y reducir así sus costes de informalidad, ocultación fiscal y facilidad para actividades delictivas), aumentar la capacidad de las políticas monetarias para fijar tipos de interés negativos y reducir la probabilidad de crisis bancarias.
Hay cuatro modalidades de monedas virtuales de bancos centrales, que se corresponden grosso modo con esos objetivos: para pagos interbancarios, con una moneda restringida, identificada y sin intereses; como sustituto del efectivo, con una moneda universal, anónima y sin intereses; como herramienta de política monetaria, manteniendo el anonimato e introduciendo el pago de intereses; y como alternativa a los depósitos bancarios, de manera que toda la población tenga un depósito identificado en el banco central.
Los expertos auguran al bitcoin un futuro próspero. Para Jordi Herrera Joancomartí, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, si los problemas técnicos actuales se resuelven con éxito, el bitcoin «tendrá una capacidad de utilización mucho mayor» y los bancos centrales que emiten monedas como el dólar, la libra o el euro deberán mover ficha «para no perder su espacio económico». «En los próximos años —pronostica Rocas— veremos un intento para regular el uso de los bitcoins y otras monedas virtuales. Será un intento para mantenerlas dentro del sistema, y un movimiento paralelo a la aparición de una nueva economía supranacional basada en una soberanía social y económica real de los individuos», dijo al diario La Tribuna, de España, especialistas en temas económicos.
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