¿Has Encontrado tu Tribu?

La experiencia de una mujer surgiendo en Canadá

Por Hispanic Women’s Network, (Asociación de mujeres hispanas, para mujeres hispanas en Canadá).                                                                           

TORONTO.- La esencia de las personas está atada intrínsecamente a la tribu que la vio nacer. Al desarraigarla de su entorno natural, deja a la tribu que la vio crecer reducida a una visión borrosa en el espejo retrovisor.  En el trayecto, la esencia se moldea y se retuerce y sale transformada de sus batallas en un nuevo modelo, el prototipo original por siempre cambiado.

El desarraigo requiere coraje.  Es quedarse sin piso, dejando por lo desconocido la certidumbre de la familia y los amigos, en busca de nuevas oportunidades, una nueva vida o tal vez, la libertad.

Con frecuencia respondo que soy de Barranquilla nacida en la ciudad de London; la ciudad donde aterrice hace más de 25 años, un largo trayecto lejos de la tribu que me vio crecer.

Inesperadamente, la pregunta de rigor que define al individuo se convierte en: Cuantos años llevas en Canadá?  Sugiriendo una nueva vara que mide que tan lejos del prototipo original te encuentras; como si eso diese legitimidad a la persona en su nuevo entorno. 

Lejos y olvidada quedó la legitimidad que en algún momento otorgaba la tribu. Es que el trasplante de las raíces tiene un efecto singular sobre sólo aquel que lo ha vivido.  El slogan del Carnaval de Barranquilla es una verdad irrefutable: “El que lo vive es el que lo goza”.   Así es la experiencia de mudarse a un país de costumbres, idioma y creencias distintas: El que lo vive en carne propia es el único que lo conoce y lo entiende en su plenitud.  Es un club exclusivo.   

Pasada la novedad y el entusiasmo de la mudada, una vez la polvareda se asienta, comienza la batalla campal de la naturaleza, entendida como el nuevo entorno, en contra de la crianza: la transformación, bajo presión de una caldera manufacturada en el país adoptivo, estalla cuando comienza el susurro, a veces imperceptible, del llamado desde las entrañas del prototipo original, dejado en remojo en una esquina no muy lejana de la mente. 

Empiezan las interrogantes: Como llegue aquí?  Para dónde voy?  Por dónde comienzo?  Dónde está el manual?  O más bien quien tiene el dichoso manual.  Que soledad.  Donde se venden arepas de queso, tamales o cocadas?  Auxilio.

David Escobar Arango, Director de Comfama, habla sobre la “tribu correcta” de Dan Buettner, explorador de la National Geographic,  según la cual “la calidad y fortaleza d nuestras relaciones será determinante de nuestra longevidad” lo cual incluye como la vamos a disfrutar.  Escobar Arango sugiere que los amigos incondicionales son la tribu correcta, aquellos con los que se puede “compartir alegrías y penas, a quien llamar para preguntar algo que no sabemos o acudir en caso de emergencia” o según Gratton y Scott, las amistades regenerativas que inspiran y dan tranquilidad.

Así descrita, la definición que se encuentra en los diccionarios de “tribu” le sobreviven solo sus características básicas: una asociación integrada por un conjunto de personas que comparten un origen, una lengua, unas costumbres y unas creencias.

Siguiendo la propuesta de Escobar Arango, la tribu no tiene un límite territorial.  Por ejemplo, si eres una mujer Hispana en Canadá, en los eventos del Hispanic Women’s Network, organizados por una asociación de mujeres hispanas, para mujeres hispanas que buscan empoderamiento y éxito en sus propósitos de vida, encuentras como denominador común la idiosincrasia cultural, el idioma, y las ganas de enfrentarse al reto de un nuevo entorno, sin miedo al cambio del modelo original; y siempre honrando a la tribu que las vio crecer.  

El reto es encontrar la tribu correcta para ti y disfrutar la vida. Has encontrado tu tribu?: Por Claudia Falquez Warkentin