Negocio y ahora producción de drogas se va de Colombia a México

Ante las masacres en México, también nacen los grupos paramilitares. Carteles de la droga de México ya no solo venden cocaína que se produce en Suramérica, también montaron laboratorios de heroína y ahora producen 30 veces más de esta droga que la que se hace en Colombia.

MÉXICO.- La historia de violencia, crimen y caos, que vivieron los colombianos durante décadas por cuenta de los carteles de droga, se está trasladando paso a paso del todo a México, de hecho el último reporte del organismo mundial de lucha contra las drogas, establece que en el 2013, la producción mexicana de heroína es 30 veces mayor a la de Colombia, país que durante años se mantuvo como el principal exportador y productor en el continente americano.

Mientras en Colombia han bajado los cultivos de coca y amapola, planta con la que se produce la heroína, los carteles mexicanos pasaron de ser los simples intermediarios del negocio de las drogas, especialmente de cocaína, a ser productores de heroína y manejar el negocio, para lo cual montaron sus propios laboratorios.

La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), desde hace varios años viene alertando a los mexicanos sobre el crecimiento meteórico del tráfico internacional de heroína en su país, pero ahora se le suma que son también productores.

A la guerra de los carteles mexicanos por quedarse con el mercado de la cocaína, que ha generado miles de muertes en este país, ahora se le suma otra que puede ser más violenta, la lucha por quien se queda con la producción de heroína en las zonas montañosas de Sinaloa, Michoacán o Guerrero, donde según los últimos reportes de los medios de comunicación y de algunos organismos del estado, se está viviendo una ola de violencia sin precedentes por cuenta los cultivos de amapola y los laboratorios.

Gracias a las fumigaciones, la persecución de los carteles de la droga, a la batalla que ha dado el Gobierno Colombiano contra la guerrilla que se convirtió en uno de los principales protagonistas de esta industria de la muerte, los capos han venido sacando el negocio de este país, en donde aún se produce, se cultiva y se vende coca y heroína, pero no en la misma proporción de las décadas anteriores donde eran los reyes del mercado, ni con la misma violencia que ahora se registra en México, cuyos capos pasaron a ser los dueños del tráfico y ahora de la producción de heroína.

Como pasaba en las laderas de algunas montañas colombianas, extensos cultivos de amapola ya empiezan a verse en México. Del bulbo de la denominada “flor maldita”, se extrae la resina con que se elabora la heroína, el opio y la morfina. Según especialistas en el tema de la lucha antidroga, tres carteles están tras este millonario ilegal negocio, que por ahora domina el de Sinaloa, que defiende a sangre y fuego, su poder, lo que genera más muerte y caos en todo el país.

Pese a los esfuerzos que ha hecho el Gobierno mexicano por detener la violencia y a la captura de algunos narcotraficantes, la guerra entre carteles y sus masacres siguen siendo pan de cada día, a tal punto que ahora muchos ciudadanos de este país decidieron armarse para defenderse, algo que también ocurrió en Colombia, cuando surgieron los grupos paramilitares, que aumentaron aún más la ola de masacres en todo el país.

Por ahora nació la Unión de Pueblos Organizados del Estado de Guerrero (UPOEG), conformado por hombres y mujeres armados dispuestas a dar la batalla para no dejar que sigan matando a su gente, pero seguramente vendrán muchos más, como pasó en Colombia, donde los grupos paramilitares lejos de acabar con la violencia, la aumentaron.