Remesas, un millonario aporte de los inmigrantes al desarrollo de sus países

Envió de dinero desde el exterior sigue creciendo en toda Latinoamérica.

El año pasado los inmigrantes enviaron $67.564 millones de dólares a sus países de origen, y según los pronósticos del Banco Mundial al cierre de 2016 se espera que la cuantía supere los $69.300 millones de dólares, algo que servirá mucho a sus naciones latinoamericanas.
 

TORONTO.- Durante décadas el envío de dinero desde el exterior de los inmigrantes a sus familiares ha servido para todo, contribuyen a cubrir necesidades básicas de los hogares receptores, que van desde la alimentación, la educación y la salud, o para hacer buenas inversiones, pero indudablemente también para impulsar el desarrollo económico de muchas naciones de Latinoamérica y el mundo, que sin estos recursos no tendrían el mismo crecimiento que registran cada año, porque en muchas partes las remesas significan el mayor ingreso de divisas, superando incluso lo que recibe por las exportación de sus principales productos.
 

Uno de los principales países del mundo que recibe envíos de dinero desde el exterior es México, donde llega alrededor del 37,6% del total de los envíos a Latinoamérica. El año pasado según el Banco Mundial México recibió $24.792 millones de dólares, superando las exportaciones petroleras del país, que ascendieron a $18.600 millones. En Honduras, El Salvador o Jamaica, las remesas superan el 15% del PIB y en Colombia, donde las remesas crecieron un 11% en 2015, el repunte más alto en toda Sudamérica, la cifra ya supera las exportaciones de café y están casi a la par de las petroleras, aunque solo representa el 1.5% del PIB dice el organismo internacional.
 

Uno de los grandes problemas de las remesas es que también crean grandes diferencias sociales entre los que reciben ayuda desde el exterior y lo que no la recién, como es el caso de El Salvador, Honduras y Guatemala, lo que incentiva a que muchas personas quieran salir de su país. En Latinoamérica, se espera que la región reciba este año un 4% más en envió de dinero de lo que llegó durante todo el 2015, lo que significarán muchos millones de dólares de divisas que el ingresan a varios países latinoamericanos, varios de los cuales tienen en el las remeses centradas sus esperanzas para impulsar el desarrollo.
 

En Canadá, como en Estados Unidos y gran parte de Europa, los inmigrantes viven muy pendientes de la cotización del dólar, porque de ello dependerá en parte si los favorece o no enviar dinero a su país de origen, como pasa actualmente en Mexico, donde el dólar está ganado valor frente al peso, lo que favorece a millones de mexicanos, algo similar sucede en Colombia, Venezuela, y gran parte de Centroamérica y el Caribe, lo que hace feliz a muchos inmigrantes y también a muchos gobiernos, porque aumentan considerablemente el ingreso de divisas.
 

De acuerdo a los expertos durante el 2015 y gran parte del 2016, las remesas han vendido creciendo, en parte por el aumento del dólar, y especialmente porque la economía norteamericana se está fortaleciendo. Datos del Banco Mundial dejan ver que el año pasado los envíos de dinero llegaron a los 67.564 millones de dólares, un 4,8% más respecto a un año antes, dinero que especialmente salió de Estados Unidos, nación de donde provienen más del 70% de los envíos. Según los pronósticos al cierre de 2016, se espera que la cuantía supere un nuevo hito y llegue a los 69.300 millones de dólares, según el organismo internacional.
 

El aumento de valor del dólar puede afectar a muchas personas que tienen que comprar en sus países productos importados mucho más caros, y trae consigo el aumento de la inflación, pero un dólar fuerte también trae buenas noticias para los exportadores, porque pueden competir con mejores precios en el exterior, pero indudablemente a los más beneficiados son los casi 40 millones de latinoamericanos que hay regados por todo el mundo, porque el cambio de divisas los favorece.