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Santos no tiene fácil gobernar y lograr la paz de Colombia

18 de Junio de 2014 a las 13:59

POR CIRO ALQUICHIRE V.

Colombianos reeligieron a su Presidente, Juan Manuel Santos, quien para ganar se comprometió con muchas fuerzas políticas del país y sectores que cuestionaban fuerte su Gobierno, hasta con los grupos de izquierda, que decidieron apoyarlo para que logre sacar adelante el proceso de paz. La victoria no fue contundente y ahora deberá enfrentar una fuerte oposición liderada por su gran mentor y ahora su más férreo contradictor, el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, que llega con mucho poder al Congreso. Gobernar será su gran tarea, pero lograr la paz su meta, ¿lo logrará?. 

 

BOGOTÁ.- Al reelegido presidente de Colombia Juan Manuel Santos algo que le quedó muy claro, después de la apretada votación con la que ganó, es que no le será muy fácil gobernar en los próximos cuatro años y mucho menos conseguir la paz que se ha propuesto, porque sus dos grandes objetivos tendrán una fuerte oposición de parte del grupo perdedor de las elecciones, que será liderado por el expresidente Álvaro Uribe quien llegará con un gran poder al Congreso de la Republica.

 

La victoria del Presidente no fue aplastante, (50,9% frente al 45% que obtuvo su rival el uribista Óscar Iván Zuluaga), lo que deja ver que el triunfo en las urnas le da un frágil margen de maniobra para conseguir lo que quiere y no pudo lograr en sus primeros cuatro años de Gobierno. El gran problema es que esta vez tendrá mucha más oposición que la que tuvo en su primer mandato, especialmente porque ya no tendrá la mayoría absoluta con la que gobernó antes.

 

La situación es tan clara para el Presidente que en su primer discurso fue totalmente conciliador, invitó a sus opositores trabajar por el país y por la paz, a que sumaran fuerzas para seguir sacando el país adelante. El candidato opositor Zuluaga reconoció su derrota como el precio de la democracia, pero su gran apoyo en el proceso electoral el expresidente Uribe, mostró con acusaciones de fraude electoral, que esa reconciliación con el actual Presidente, ministros de su gobierno, ex amigo, y copartidario, por ahora no se va a dar.

 

Para Santos la situación no está muy despejada por ahora para Gobernar, tanto que por su postura sobre el proceso de paz casi pierde su reelección, al enfrentar la gran oposición de quien lo llevó al poder el expresidente Uribe, pero gracias a que encontró un gran apoyo en los grupos de izquierda logró salir adelante y ganar.

 

Los colombianos en general quieren la paz, pero muchos temen que este Gobierno la logre a cualquier precio, inclusive perdonándole todo a los guerrilleros, algo que muchos no aceptarán, por lo que ponen en duda el proceso en Cuba. El mismo Presidente se encargó en responder estas dudas y dijo “esta no será una paz con impunidad, será una paz justa”.

 

Santos asumirá el nuevo gobierno el próximo 7 de agosto acusado de ser un chavista más, que no es capaz de denunciar lo que pasa en Venezuela, un seguidor de los Castro en Cuba, y un enemigo hasta del ejército colombiano y amigo de las FARC, pero además de ser el Presidente que le va entregar parte del mar de Colombia a los nicaragüenses, acusaciones que llegan con mucha fuerza de la oposición que gana en seguidores y respaldo popular a cada minuto que las repiten.

 

La economía, la pobreza, los problemas con Venezuela, con Nicaragua, la salud y la educación serán retos de Santos en los próximos 4 años, pero el ya demostró que es un buen administrador y que puede con ellos, tanto que Colombia pasa por un buen momento en su desarrollo económico y todos los indicadores dan fé que el país va por buen camino. Pese a ello todo eso queda atrás porque el tema fundamental indiscutiblemente será el proceso de paz con la guerrilla. Se calcula que sin conflicto armado la economía colombiana podría crecer 2 puntos más de lo que crece actualmente.

 

Como dijo el Presidente “no ha sido, ni es, ni será fácil”, pero por el bien de todos los colombianos ojala logre todo lo que se ha propuesto, incluida la firma de la paz, porque seguramente eso va generar un gran cambio en este país suramericano que ha tenido en la última década un desarrollo sostenido, con disminución del desempleo y la pobreza, que la colocan entre las grandes economías emergentes del mundo, pese a la guerra persistente en los últimos 50 años, que tal si no la tuviera.

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