Semana Santa, invita a la acción, no sólo a la refkexion

EDITORIAL.- De nada sirven si solo nos quedamos en los textos bíblicos, lo importante es ponerlos en práctica. Independientemente de cual sea nuestra religión y de los que se piense sobre Dios, de si realmente es Jesucristo el hijo de Dios, si fue crucificado, murió en la cruz y resucitó, y de toda la vida y milagros de su obra, la Semana Santa, un momento de mucha fe para los católicos, debe servir para reflexionar sobre el pasado, presente y futuro de la humanidad, y de lo que podemos hacer por el prójimo, por el vecino, por el enfermo, por el ilegal, por el inmigrante, por el que llega, por el que se va, por el niño, por el abuelo y en fin por cada una de esas personas que muchas veces no miramos pero que realmente necesitan una mano amiga.

Si los humanos pusieran en práctica muchas de las enseñanzas de la de la Biblia, y de tantos libros sagrados, seguramente el mundo sería mucho mejor, pero hay quienes se dedican a recitar las palabras que están escritas en cada una de las páginas, oran, rezan y ruegan, pero en su vida diaria no mueven un dedo por poner hacer algo por los demás, todo se le convierte solo en palabras.

La Semana Santa, esa que muchos utilizan para sus vacaciones, para playa, brisa y mar, algo que tampoco está mal, debe tener su tiempo y especio para una profunda reflexión, inclusive para los propios representantes de la iglesia católica, algunos de los cuales han hecho mucho daño, tanto que hasta el mismo Papa Francisco salió a pedir perdón por ellos, en su intento por recuperar el camino perdido.

Esta Semana Mayor, en un buen momento para pensar, meditar y sobretodo mirar lo que estamos haciendo con nuestras vidas, sobre el mundo que le estamos dejando a las nuevas generaciones, a los hijos y nietos y en general al universo, porque hay muchas cosas que aún se pueden hacer y que estamos a tiempo de cambiar en esa búsqueda de un mejor porvenir para el ser humano.

Vivimos en mundo que marcha a toda prisa, repleto de muchas tecnologías, distracciones y objetos, que le restan tiempo al compartir con nuestros seres queridos, que muchas veces se quedan esperando ese abrazo, esa mirada, esa llamada o esa palabra de afecto que nunca se dice porque no hay tiempo, que bueno que esta semana le sacáramos un tiempito al computador, al teléfono celular, al televiso y en fin a tantas cosas, para hacernos sentir más cerca de esas personas que queremos pero que no le demostramos tanto afecto, por llevamos una vida muy material, en donde se han distorsionado muchas cosas.

La Fe mueve montañas, que bueno que tuviéramos esa misma fe para cambiar tantas cosas que no están volviendo más maquinas que seres humanos, recuperar del pasado esas pequeñas o grandes demostraciones de afecto, en donde no se requiere tener dinero, sino ganas de hacer algo por el otro. En otras palabras ser muy solidario.

Todos buscamos una sociedad más justa, que las normas, leyes y los Gobiernos logren el equilibrio que se requiere para que todos podamos vivir en paz y que la sabiduría de nuestros líderes lleve a feliz puerto todas esas metas en benéficos de todos, que bueno que eso mismo aplicáramos en nuestras propias vidas. Solo hace falta un poco de reflexión, pero con más acción.  Dios los bendiga y los proteja, hoy mañana y siempre.