Solidaridad con Ecuador, pero cuidado con los que se aprovechan de la tragedia

La tragedia que hoy enluta a los ecuatorianos debe generar la solidaridad de toda la comunidad latina en Toronto, Ontario, Canadá y el mundo, y en general de todos los países y gobiernos, porque hay muchos damnificados, gran cantidad de víctimas fatales y centenares de familias y personas que quedaron sin un hogar. Pero tenga cuidado, porque en estas catástrofes por lo general aparecen los falsos profetas haciendo campañas para recolectar fondos, dinero que luego se pierde antes de llegar a su destino. Por eso es mejor estar atentos a las indicaciones del Gobierno o entregar sus donaciones a organizaciones de carácter internacional como la Cruz Roja que realmente ya está apoyando a los ecuatorianos.
 

EDITORIAL.- Este es un llamado a las personas de buena voluntad que quieren ayudar a los miles de ecuatorianos damnificados que dejó la tragedia, que aun lloran sus cientos de muertos, pero que requieren salir adelante. Es un llamado a los latinos en Canadá y el mundo, y a los canadienses, para que colaboren, pero también a que no se dejen engañar, porque siempre aparecen organizaciones o personas haciendo recolectas para las víctimas pero realmente el dinero o las donaciones nunca llegan a su destino.
 

El presidente de Ecuador Rafael Correa ya agradeció al mundo la solidaridad pero la tragedia es tan grande que toda colaboración resulta poca. Las provincias de Esmeraldas, Los Ríos, Manabí, Santa Elena, Guayas y Santo Domingo, y en particular las ciudades de Manta y Portoviejo, que fueron las más afectadas, requieren del apoyo de los ecuatorianos en el exterior, y de todos los latinos en Canadá y el mundo, por eso nuestro llamado a la solidaridad con todos los eventos que se están programando para recolectar fondos, pero también a estar muy atentos y vigilantes para que no acudamos de nuevo a una cita de engaños.
 

Sin señalarlos con un dedo, porque ya muchos los identifican, estas organizaciones o personas se camuflan y logran engañar a todos, entre ellos artistas, y personas de la comunidad que entregan de buena fe su trabajo voluntario en pro de una buena causa, pero que luego ven perdido su esfuerzo porque realmente nunca se sabe qué pasó con lo que se recolectó, o en que se invirtió cada dólar que recibieron de donaciones, o cada artículo, porque no se entregan informes de nada, como debe ser.
 

Los ecuatorianos en Canadá representan una gran comunidad, y sus paisanos viven momentos dramáticos y dolorosos, luego del terremoto que los azotó y que deja alrededor de 400 víctimas fatales y más de 2 mil heridos, como fue el último reporte, pero al que se le suman ahora miles de damnificados, niños, mujeres y familias completas que son los que requieren de nuestro apoyo para salir adelante. Por eso hay que ayudar y ser solidarios. Donar, claro que sí, pero exigiendo trasparencia, inclusive de las entidades del Gobierno y organizaciones que deben dar ejemplo y mostrar en donde se invierten los recursos que reciben.
 

En los desastres naturales es donde se conocen a los países solidarios, y los latinos siempre damos ejemplo en este sentido, porque queremos ayudar de alguna forma. Sabemos que en cualquier momento las víctimas pueden ser nuestros seres queridos, nuestros conciudadanos o cualquier latinoamericano.
 

Hoy son los ecuatorianos, luego pueden ser los colombianos, los mexicanos, los peruanos, los argentinos, y en fin cualquier ciudadano del mundo. En estos casos inclusive hasta personas de escasos recursos entregan lo que pueden, convencidos que esa colaboración llegará a su destino y ayudará a alguien, pero eso no es lo que pasa siempre, especialmente cuando se instalan urnas, donde no se controla cuánto dinero entra y cuando dinero sale. Por eso done, pero vigile, que el dinero le llegue a las victimas reales del desastre, y no queda en manos de los falsos profetas.