Tragedia aérea en Colombia, se habría evitado con 5 mil dólares

Investigación revela que piloto no realizó parada técnica para recargar combustible

De acuerdo a un informe del el periódico El Tiempo de Colombia, 5.000 dólares es lo que habría costado la parada técnica que debía hacer el piloto para recargarse de gasolina, y cumplir sin problemas su vuelo hasta el aeropuerto José María Córdova, de Rionegro, Antioquia. El pago corresponde al valor del combustible y los derechos para usar un aeropuerto de Bogotá, que la compañía LaMia de Bolivia se ahorraría si el trayecto se cumplía sin la escala.

BOGOTA.- Muchas historias han surgido de las investigaciones sobre la tragedia aérea en Colombia, en el que murieron 71 personas, la mayoría de ellos jugadores de un equipo Chapecoense brasilero que viajaba a Medellín, donde jugaría la final de la Copa Suramericana 2016, contra el Atlético Nacional, pero una de las más sentidas, es la realizada por el diario colombiano El Tiempo, que luego de un investigación pudo establecer que el piloto, que al parecer también es copropietario de la aerolínea, intentaba ahorrarse 5 mil dólares que le costaría la parada técnica para recargar el avión en Bogotá y seguir sin problemas al aeropuerto José María Córdova, de Rionegro, Antioquia.

Todas las investigaciones apuntan a que el avión no tenía la suficiente reserva de combustible para hacer el vuelo directo desde Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, al Aeropuerto de Medellín, e intentaba llegar con lo justo, pero se quedó sin combustible a pocos kilómetros por una “omisión determinante”, en el peor accidente aéreo en la historia del fútbol, que dejó 71 personas muertas, según el diario colombiano.

“Casi una semana después de la tragedia, nadie puede dar una explicación coherente de por qué el capitán Miguel Quiroga Murakami y su tripulación decidieron jugar a la ruleta rusa con la vida de 77 personas, incluidas las suyas. Lo que sí se da por hecho es que el absurdo accidente pudo haberse evitado si se hubieran cumplido las normas mínimas de la aviación, que son severas en la exigencia de reservas de combustible para evitar que, literalmente, un avión se apague en el aire y se convierta en un peligro mortal, no solo para sus ocupantes sino para las personas en tierra”, dice el informe.

Hasta ahora la Aerocivil, organismo de control aéreo en Colombia, ha podido establecer que el avión no tenía combustible, al momento de estrellarse. Según el diario, una “irresponsabilidad extrema y precariedad económica de la aerolínea, falta de controles y posible corrupción en las autoridades aéreas de Bolivia, país de origen del vuelo, y hasta la fatalidad se alinearon”, para que ocurriera la tragedia, pero la falta de combustible es evidente en el caso, mucho más cuando ya la encargada de hacer el control en Bolivia, dijo que ella advirtió al piloto que el avión no podía hacer el recorrido trazado con el combustible que tenía, pero inexplicablemente lo dejaron volar.

“En la aviación se aprende de los accidentes. Tenemos muchas lecciones dolorosas aprendidas. Y una de ellas es que los errores no necesariamente los comete el piloto, sino que muchas veces nacen el día anterior, cuando en un escritorio se define el plan de vuelo, la ruta, el gasto de combustible”, dice el capitán Jaime Hernández, presidente de la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles, que fue entrevistado por El Tiempo.

Según el diario, con más de cuatro horas y 2.700 kilómetros, el piloto debía saber que llegaba con lo justo a Medellín, después, pero no realizó la parada técnica en Bogotá, a pesar que el RJ85 no es un avión con autonomía suficiente para viajes prolongados. Pilotos y controladores aéreos consultados

dicen que la única explicación para esto es que el piloto pensó que la aerolínea podía ahorrarse el pago, que según expertos cercanos a la Federal Aviation Administration (FAA) de EE. UU., quienes colaboran con la investigación de El Tiempo, costaría unos 5.000 dólares, pero le habrían bastado al LaMia para llegar sin problemas al aeropuerto José María Córdova, y evitar la tragedia.

La aerolínea boliviana Lamia aseguró hoy que colabora “activamente” con la investigación del accidente en el que murieron 71 personas al estrellarse el único avión operativo de la firma el pasado lunes cerca de la ciudad colombiana de Medellín.