Trump quiere avanzar en su “guerra” comercial contra China
12 de Abril de 2017 a las 14:49Presidente considera que su país ha perdido muchos puestos de trabajo por los asiáticos
China ha dicho que no quiere una guerra comercial con Estados Unidos, dado que eso no haría el comercio más justo, pero el Presidente de Estados Unidos Donald Trump insiste en que las relaciones comerciales son desfavorables para su país, y las cifras así lo dejan ver, sólo en el año 2016, EE.UU., importó de China US$480.000 millones de bienes y servicios, principalmente artículos de consumo como ropa, zapatos, televisores, teléfonos inteligentes, computadoras portátiles y tabletas y tan solo le vendió a China US$170.000 millones, incluyendo máquinas sofisticadas como aviones y productos agrícolas como la soja.
MIAMI.- Desde antes de posesionarse como presidente de Estados Unidos, incluso en campaña, Donald Trump, dijo que las negociaciones comerciales con China serán "muy difíciles, porque intentará a toda costa cambiar la balanza comercial que por ahora es muy desfavorable para el país norteamericano, que prácticamente le compra a los asiáticos, el triple de lo que le vende.
El presidente Trump está muy descontento con el comercio con el gigante asiático, dijo que "China ha estado sacando cantidades masivas de dinero y riqueza de Estados Unidos en un comercio totalmente unilateral".
La balanza comercial favorece considerablemente a China que le vende a EE.UU., US$480.000 millones y tan solo le compra US$170.000 millones, pero para los chinos la relación comercial no se debe afectar por ello, porque existen otros intercambios entre los dos países que benefician a ambos, como lo que deben pagar los chinos por la educación de unos 350.000 estudiantes que mandan al país norteamericano cada año.
Aunque muchos ven venir una guerra comercial entre los dos países, especialistas en mercados internacionales consideran que esta guerra realmente no se realizará, porque las medidas proteccionistas perjudicarían a ambas naciones.
Trump dijo antes de llegar a la Casa Blanca que impondría medidas proteccionistas severas, como un arancel del 45% sobre las importaciones chinas, para aumentar el empleo en su país, pero la historia muestra que el proteccionismo no reduce los déficits comerciales.
Pese a ello el Presidente ya anuncio que revisará todo el comercio con China e implementará medidas, porque el país asiático es la mayor fuente del déficit comercial de Estados Unidos, el monto por el cual el valor de sus importaciones excede el valor de sus exportaciones. En 2016, representó alrededor del 60% de su déficit total de US$500.000 millones.
El mandatario ve un vínculo con la pérdida de empleos en la industria manufacturera y habló a menudo de hacer que regresen esos puestos de trabajo industrial a EE.UU.
Entre 2000 y 2007, los empleos manufactureros en Estados Unidos cayeron bruscamente, pasando de 16,9 millones a 13,6 millones. La crisis financiera de 2008 hizo que el número disminuyera a 11,2 millones, aunque la cifra ha sido desde entonces bastante estable. Es difícil establecer una cifra exacta, pero algunos economistas piensan que el 40% de estas pérdidas de puestos de trabajo pueden vincularse a las importaciones chinas.
Sin embargo, la afluencia de bienes baratos también creó puestos de trabajo no manufactureros en los EE.UU., porque los consumidores tenían más dinero para gastar en otras cosas.
Eso impulsó los sectores de la salud, el entretenimiento, los viajes y el ocio. Por lo tanto, es posible pensar que el déficit comercial acaba con algunos puestos de trabajo y crea otros.
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