Ana Ramírez: Tu gran legado cultural y social vivirá por siempre
17 de Febrero de 2021 a las 14:31En memoria de una gran colombiana. Toda una leyenda de la comunidad hispana en Canadá, Q.E.P.D
Anita Ramírez, con un profundo dolor registramos la noticia de partida, pero nos quedan tus gratos recuerdos. La visión de una mujer elegante, perseverante y con mucha energía y vitalidad, por todo lo que fuera arte, cultura, y ese bello país que te vio nacer, Colombia. Mis más sinceras condolencias a toda la familia Ramírez. LUPE LEDESMA
La Portada Canadá, Lupe Ledesma y la comunidad hispana en este país de inmigrantes, pero especialmente los latinos en Toronto, rinden desde el pasado mes de diciembre un muy sentido tributo a una colombiana, digna representante de la tierra del café, que emigró a Canadá en los años 60s, y dejó a su paso por estas tierras una profunda huella de cariño, amistad y de mucho arte. Ana Ramírez, docente, empresaria y amante del arte y la cultura, quien nunca dejó de lado la política, ni su amor por la bella tierra que la vio nacer, murió el pasado 19 de diciembre. Dos meses después de tan lamentable pérdida para nuestra comunidad, queremos recordarla en esta nuestra primera edición impresa para el año 2021. Dejemos que sus recuerdos inunden nuestras mentes, con estos bellos momentos junto a sus hijos, nietos, importantes políticos de Canadá, y parte de sus grandes amigos. Fotos: Carlos Arturo, Gloria Castaño y Ciro Alquichire.
TORONTO. - El siguiente es el obituario de Ana Ramírez escrito por su hijo Carlos Ramírez, que fue leído durante la privada ceremonia religiosa en memoria de esta bella y elegante dama, que fue toda una leyenda de nuestra comunidad.
“Es con mucho dolor y gran tristeza que anunciamos el fallecimiento de Ana B. Ramírez el 19 de diciembre de 2020. Amada esposa de Tulio Ramírez y madre de Enrique (Su esposa Gloria), Victoria (Su Esposo Nicolás), Fernando (Su esposa Alexandra) y Carlos (Su esposa Hitomi), así como la Abuela de Martin, Jaime, Lina y Danny.
Ana nació en Armenia, Colombia, pero creció en la metrópoli de Cali en la parte occidental del país. Con la trágica muerte de sus padres en su adolescencia, Ana fue encargada del cuidado de sus dos hermanos, Carlos y María Cristina. Ana asumió esta pesada responsabilidad parental con el debido amor y cuidado de cualquier madre real. En Cali, Ana conoció y luego se casó con Tulio E. Ramírez a la edad de 20 años.
Tulio y Ana se mudaron a los Estados Unidos en 1962 cuando Tulio recibió una beca para realizar estudios de postgrado en la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York. Después de graduarse, Tulio encontró empleo en Hamilton, Ontario en 1965 como urbanista en el gobierno municipal (luego ascendió a Subdirector de Planificación Urbana). Mientras criaba a cuatro hijos en Hamilton, Ana comenzó una carrera docente como instructora de español en Mohawk College. Sus alumnos la elogiaron por su entusiasmo, dedicación y empatía, rasgos que le sirvieron bien durante toda su vida.
Tras la salida de su esposo del gobierno de la ciudad a principios de la década de 1980, Tulio y Ana establecieron juntos una empresa de consultoría de gestión y financiación de proyectos. Su enfoque principal fue el desarrollo de bienes raíces comerciales en la industria hotelera y turística, y en proyectos de infraestructura relacionados con la energía y la agricultura. Este trabajo le permitió a Ana viajar ampliamente por Europa y América Latina, dándole una visión cosmopolita de la vida y puliendo su liderazgo y habilidades para resolver problemas.
No fue hasta más adelante en su carrera que Ana se volvió hacia sus verdaderas pasiones de la política, las artes y la cultura. Aplicó con entusiasmo sus habilidades organizativas y colaborativas perfeccionadas como directora de proyectos en estos nuevos esfuerzos. Primero, como curadora independiente, organizó y co-comisarió numerosas exposiciones de arte en Canadá, Europa y América Latina, incluida una exposición curada individualmente bien recibida en Toronto en 2018 titulada Crossing Borders. En particular, fue la curadora cofundadora de la exposición anual “Art of the America” que se celebra en Ottawa en el Ayuntamiento cada otoño.
Ana también se involucró profundamente en la política provincial y federal como voluntaria del Partido Liberal. Participó en múltiples campañas electorales en circunscripciones a lo largo de la ciudad de Toronto y campañas de numerosos MP y MPP para el liderazgo del Partido. Como miembro del Club Liberal de Mujeres de Willowdale, se la conocía como "una fuerza digna de contemplar: sus fuertes puntos de vista y su naturaleza cálida estuvieron siempre presentes en casi todos los eventos del WWLC", según el boletín mensual.
Ana fue una entusiasta constructora y organizadora dentro de la comunidad latinoamericana en Toronto. Fue miembro activo de la Casa Cultural Colombiana y organizadora del Festival Latinoamericano de Imágenes y Palabras. Sintió el deber de retribuir a su comunidad debido a la buena fortuna que creía haber recibido en su vida. Como tal, fue una presencia constante en eventos de caridad en Blessed Trinity Church, su parroquia local, y en Theresians of Toronto.
En su vida profesional y personal, Ana era conocida por su vitalidad, tenacidad y determinación para superar todos los desafíos que enfrentaba. Más importante aún, para su familia y amigos, será recordada como una persona solidaria, cariñosa, siempre llena de optimismo y energía. Desafortunadamente, el último año de su vida se enfrentó a serios problemas de salud, pero estos no disminuyeron su perspectiva positiva de la vida. Muchas personas realmente la extrañarán, especialmente sus queridos hijos. Falleció pacíficamente rodeada de su familia. “Al soportar valientemente nuestras pruebas, aprendemos humildad, compasión y una gran confianza en Dios”.
Rindiendo tributo a Ana Ramírez
- Mamá, nos hace mucha falta, pero le doy gracias a Dios que nosotros la tuvimos como un Ángel para guiarnos por esta vida, y tendremos su memoria en el Corazón para siempre. Que descanse en paz al lado de mi Papá: Su hijo Enrique Ramírez
- Nuestra querida amiga y compañera colombiana del Club Sonar y Vivir, Ana Beatriz Ramírez, ha partido a la Gloria Celestial. Nos ha dejado lindas memorias de su gran personalidad guerrera, tenaz, trabajadora y constante con sus emprendimientos. Siempre fue muy amable, cariñosa y alegre con todos en nuestro Club. Dedicó mucho tiempo a la política, de lo cual disfrutaba y fue organizadora de exposiciones de arte en diferentes países, dando a conocer los talentos colombianos, porque amaba de verdad a su país. Anita: Tu recuerdo queda en el corazón de cada uno de nosotros para siempre. Emilia Mesa
- Tributo por su hija Victoria Ramírez: Creemos que su alegría por tener una familia amorosa fue realmente su logro más satisfactorio y eso es lo que mantuvo su optimismo. Siempre se sentiría muy satisfecha al ver que sus esfuerzos se concretaban en los logros de sus hijos.
- Querida Ana: Nos dejas el sabor de la exquisitez en la organización de los eventos artísticos y políticos, al igual que tu distinguida presencia. Es un honor haber sido parte de tus actividades. Tu cariño y deferencia con nuestra familia, el aprecio y la promoción de nuestro arte fotográfico, permanecerán en nuestras memorias con inmensa gratitud. Carlos Arturo y Gloria Castaño
- Inolvidable Ana Beatriz, mi amiga del alma: Tu legado es maravilloso y da para páginas de reconocimiento; sin embargo, yo te honro como madre y amiga, porque tu ejemplo enriqueció mi vida. Ruth Branschat.
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