La fiesta de buenos corazones en Canadá, por los niños de Colombia

Cena de gala, y baile al estilo de 60s y 70s, en Mississauga fue todo un éxito de la CCCO

Como siempre la CANADIAN COLOMBIAN CHILDREN’S ORGANIZATION (CCCO), no desentonó para nada en su gran cena de gala de fin de año, que para esta ocasión tuvo un ingrediente muy especial, disfraces, al mejor estilo de los años 70s, coincidiendo con la temporada. Fue un derroche de mucha alegría, color, belleza, entusiasmo, camaradería, abrazos, grandes aplausos para los organizadores, pero especialmente muchos reconocimientos para el alma de esta organización, Conchita Sánchez, presidenta de la CCCO, y por supuesto Claudia Falquez-Warkentin, quienes, junto a un gran equipo de trabajo, especialmente conformado por mujeres, le ponen todo el arrojo que esta gran obra requiere para brindar un mejor futuro a cientos de niños en Colombia. Todos se merecen grandes aplausos por tan bella labor.

Por CIRO ALQUICHIRE V.

TORONTO.- Realmente al final de la gran fiesta no se sabe que fue lo mejor, la deliciosa cena, la alegría de los asistentes que saben que estan apoyando una gran causa, la orquesta, la música, la bella decoración del salón, las palabra de Conchita Sánchez, presidenta de la CCCO, el orgullo de su familia que la acompañaba, las bellas tazas para el café hechas por los niños en Colombia, los formidables regalos que se subastaron, los disfraces, o las buenas compañías, que se sumaron a este inigualable evento, que todos los años reúne a representantes de la sociedad latina de Toronto y sus alrededores, y un gran grupo de empresarios que apoya la noble causa.

Con el apoyo de muchas mujeres, y algunos hombres, jóvenes voluntarios, pero especialmente una buena energía, Conchita Sánchez, presidenta de la CCCO, y Claudia Falquez-Warkentin, han logrado conformar un buen equipo de trabajo para seguir sacando adelante una bella obra que cumple 31 años, ayudando a niños pobres en Colombia. Todo se logra con los recursos que dejan eventos como el torneo de golf, y esta formidable fiesta de gala, que no pierde su buen etilo y pompa. Todo en su punto, como dirían las señoras.

Entre los invitados especiales se encontraban Lupe Ledesma, realtor y empresaria, Emilia Mesa expresidenta de la Casa Cultural Colombiana, el cónsul general de Colombia en Toronto, Jorge Alfredo Díaz Bravo, quien entregó un pergamino de reconocimiento a Conchita por su gran labor, Angelica González, especialista en emigración y Martha Pinzón, periodista y presentadora del evento, entre otros, quienes respaldan esta noble labor que realiza la CCCO. Pero hay que destacar sin lugar a dudas a los voluntarios, ellos son la verdadera alma de la organización, son quienes suman esfuerzos para que todo salga también, la lista sería interminable, pero por nombrar algunos, están Doris Vidal Buckley, Andrea Valencia, Cesar Mejía, Claudia Soler y Mónica Figueredo, entre otras, 

La fiesta fue una gala muy especial, al estilo de los años 60s y 70s, recordando la música disco y toda su moda, lo que permitió recolectar importantes fondos para esta bella organización, especialmente por el apoyo en la subasta que se realizó de los regalos donados.

Como cada año se reunió en un importante salón de fiestas de Mississauga lo más destacado de nuestra sociedad en Toronto y sus alrededores, gente de buen corazón, personas que apoyan una este importante trabajo social desde hace muchos años, participando en todas las actividades que organiza la CCCO, desde hace 31 años.

La CCCO fue fundada en 1991 por un grupo de damas colombianas como una organización sin ánimo de lucro con el propósito de ayudar y aliviar la pobreza de niños en Colombia.  En el 2005 fue registrada como Canadian Charity.  La CCCO opera 100% a través de un equipo voluntario que generosamente aportan su tiempo y compromiso con los proyectos que se adelantan en pro de los niños en Colombia, a la fecha más de 10,000 niños con nutrición, salud y educación en varias ciudades de Colombia.

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