Procesión del Señor de los Milagros, un acto de fe de los peruanos en Toronto

Ni el frio, ni la lluvia, ni el viento, detuvieron el fervor religioso de los peruanos en Toronto. Para destacar las mujeres peruanas de mayor edad, quienes son las encargadas del incienso, porque se sentían en el ambiente el respeto en cada una de sus palabras y oraciones al altísimo, en cada paso que daban.

Por Ciro Alquichire V.

La fe, el fervor y la gran devoción por una imagen que guarda todo un legado histórico, pero que además es un símbolo de la religiosidad de los peruanos, salieron a flote el pasado domingo por las calles de Toronto, porque ni el viento, ni la lluvia, ni el frio y mucho menos que no pudieran tener un sacerdote que realizará una misa, pudieron detener un acto de amor por El Señor de los Milagros.

Cargado sobre sus espaldas la réplica de un legado de más de 3 siglos, los miembros de la Hermandad del Señor de los Milagros de Ontario realizaron alrededor del parque de Christie de Toronto, su procesión, con un sentimiento que llamó la atención de todos los que veían pasar este grupo de feligreses que con sus canticos y plegarias rogaban por el bien de la humanidad, de los latinos y por esos favores recibidos por su entrega a la fe por la legendaria imagen.

El Señor de los Milagros, el patrono de los peruanos, es una imagen con un pasado de leyenda a la que siguen sus fieles en más de 200 países, incluido Canadá, donde los peruanos se han encargado de recordarle al mundo el amor por Cristo.

El Toronto durante años se realizó una sola procesión, pero por divisiones internas que no tienen nada que ver con la pasión y la devoción que le ponen los fieles a la imagen, ahora se realizan 2 y según Carlos Alberto Ramírez Otolea, que lidera Hermandad en Toronto que organiza la procesión por Christie, el Arzobispado de Toronto les prohibió a los sacerdotes oficiar una misa, por lo que ellos mismo realizan todos los actos.

“Nuestra Procesión es una manifestación de fe del pueblo”, dijo Ramírez para quien los impedimentos que trata de realizar la iglesia católica de Toronto no afectan para nada su acto de amor por Jesucristo, porque hay ningún obstáculo que les impida a los peruanos demostrar su amor por la sagrada imagen.

Aunque no tiene la misma concurrencia de las procesiones en Perú, realmente los que asistimos, sentimos y vimos el gran respeto y cariño con la que estos latinoamericanos veneran a su imagen, por lo que muchos no se explican por qué se tiene que dar una división en un acto de amor.

Directivos de la organización religiosa dicen que ante todo lo más importante es el respeto por fe y por ella realizarán todo lo que sea necesario, como traer una nueva imagen para seguir su con sus procesión, juntar recursos y demostrar que ningún poder político, religioso o social, podrá imponerse sobre su fe.

Algunos de los fieles consideran que si se llaman hermandad, no es necesario que exista esta división y que ambas partes se deberían poner de acuerdo para hacer una sola procesión.