A sus 96 años, muere la reina Isabel, la jefa de Estado de Canadá

El príncipe Carlos se convirtió automáticamente en rey. Trudeau rinden homenaje a nombre de los canadienses

La reina Isabel, jefa de Estado de Canadá y la monarca británica que más tiempo ha reinado, ha muerto a sus 96 años. Murió pacíficamente el jueves por la tarde en el castillo de Balmoral en Escocia, dijo el Palacio de Buckingham en un breve comunicado. "El rey y la reina consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana", dijo el palacio, en referencia al hijo de la reina, Carlos, quien se convirtió automáticamente en rey a su muerte, y a su esposa, Camilla.

OTTAWA. – Los canadienses, así como todos los países de habla inglesa, que sentían a la Reina Isabel, como propia, están de luto por la muerte de la monarca británica, y con su muerte el Príncipe Carlos asume el trono, el nuevo Rey, calificó la muerte de su madre como "un momento de la mayor tristeza para mí y para todos los miembros de mi familia".

El cariño de los canadienses por la Reina, se siente en todo el país, pero además porque era completamente correspondido, Isabel muchas veces dejó claro su amor por este país. "Atesoro mi lugar en la vida de Canadá y mi vínculo con los canadienses en todas partes", dijo sobre el país que visitó más que cualquier otro fuera de Gran Bretaña.

"Sé que su pérdida se sentirá profundamente en todo el país, los Reinos y la Commonwealth, y por innumerables personas en todo el mundo. Durante este período de luto y cambio, mi familia y yo seremos consolados y sostenidos por nuestro conocimiento del respeto y el profundo afecto en el que la Reina fue tan ampliamente sostenida".

Isabel se convirtió en reina en 1952, a la edad relativamente tierna de 25 años, y presidió el país y la Commonwealth, incluido Canadá, durante siete décadas. Esos 70 años como monarca fueron reconocidos durante los eventos del Jubileo de Platino de este año, que alcanzaron su apogeo en Londres a principios de junio.

En su tiempo como monarca, Isabel fue testigo de profundos cambios en el país y en el extranjero, incluido el declive del Imperio Británico y la descolonización de muchos países africanos y caribeños, junto con el fin de las hostilidades con los republicanos irlandeses.

Como una de las mujeres más famosas del mundo, también estuvo bajo un gran escrutinio público durante algunos de los momentos más dolorosos de su vida, incluida la muerte de su padre, el rey Jorge VI, las rupturas matrimoniales de tres de sus cuatro hijos y la muerte de su ex nuera, Diana, princesa de Gales.

Además de más de 20 visitas a Canadá, la reina viajo por todo el mundo, habló ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Congreso de los Estados Unidos y se reunió con varios papas.

Como llegó al trono

Elizabeth Alexandra Mary nació en Londres el 21 de abril de 1926, la primera hija del príncipe Alberto y Elizabeth Bowes-Lyon, el duque y la duquesa de York. En el momento de su nacimiento, Isabel ocupaba el tercer lugar en la línea de sucesión al trono y no se esperaba que se convirtiera en monarca.

Pero eso cambió cuando su tío, Eduardo VIII, abdicó en 1936 para casarse con la divorciada estadounidense Wallis Simpson. El padre de Isabel se convirtió en el rey Jorge VI, convirtiendo a Isabel en la presunta heredera.

Fue por esta época que Isabel conoció a su futuro esposo, el príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca.

Su boda en la Abadía de Westminster de Londres en 1947 fue un gran evento que ayudó a levantar el ánimo del público británico en un momento en que todavía se tambaleaba por la destrucción de la Segunda Guerra Mundial y el racionamiento que siguió al final del conflicto.

El primer hijo de la pareja, el príncipe Carlos, nació en 1948 y el segundo, la princesa Ana, llegó dos años después. (Otros dos hijos, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo, nacieron en 1960 y 1964, y la familia ahora ha crecido hasta incluir ocho nietos y 12 bisnietos).

El rey Jorge VI murió en 1952, momento en el que Isabel se convirtió en reina y jefa de la Iglesia de Inglaterra y la Commonwealth.

Aunque su abuela, la reina María, murió en febrero de 1953, la coronación de Isabel se llevó a cabo en junio. Fue un espectáculo fastuoso, y en una primicia significativa, fue televisado en todo el mundo a una audiencia estimada en 277 millones.

Cumplió al pie de la letra el papel de una reina

Que la monarquía sobrevivió hasta el siglo 21, a través de las convulsiones políticas y sociales de Gran Bretaña, a través de la disfunción pública y las indecencias de otros miembros de la familia real, es casi seguro que se debe a Isabel, y solo a ella.

Debido a que Gran Bretaña tiene una monarquía constitucional, el Rey o la Reina es el jefe de estado, pero no tiene la capacidad de hacer o aprobar leyes. A lo largo de su reinado, Isabel tuvo una audiencia semanal con el primer ministro británico. Si bien la sustancia de estas discusiones sigue siendo confidencial, se cree que fue una oportunidad para que la primera ministra en funciones solicitara su consejo.

Por mucho que la reina Isabel se mantuviera alejada de la política, hubo momentos en que dejó que sus puntos de vista fueran conocidos, o parecían hacerlo. Por ejemplo, favoreció las sanciones contra Sudáfrica en la década de 1980, dijo el ex primer ministro canadiense Brian Mulroney.

Y en los días previos al referéndum escocés en 2014, hubo mucha atención centrada en ella diciendo que esperaba que la gente pensara "muy cuidadosamente sobre el futuro". En ese momento, el Palacio de Buckingham dijo que la reina "mantiene su imparcialidad constitucional. Como siempre ha dicho la Reina, este es un asunto del pueblo de Escocia".
 

No mostraba sus emociones en publico

Reconocida tanto por su compostura como por la colorida ropa que usaba para asegurarse de que pudiera ser vista en una multitud, Elizabeth rara vez mostraba sus verdaderas emociones en público. Como resultado, fue vista por muchos como un símbolo de la resiliencia británica.

Aun así, tuvo sus años oscuros, particularmente 1992, al que llamó su propio "annus horribilis". Ese año, entre otros acontecimientos, los matrimonios de tres de sus cuatro hijos se desmoronaron, se publicó un libro revelador sobre Diana y un incendio devastó parte del Castillo de Windsor, una residencia real que ella favorecía especialmente.

Diana se divorció del príncipe Carlos en 1996, y un año después, murió después de un accidente automovilístico en París. Elizabeth fue duramente criticada por no responder públicamente inmediatamente después de la muerte de Diana, pero días después pronunció un sentido discurso en la televisión en el que expresó su admiración por su ex nuera.

El Primer Ministro, a nombre de los canadienses, rinden homenaje a la reina Isabel II

OTTAWA. – Muchas expresiones de tristeza, agradecimiento y de luto, se han escuchado en Canadá, desde que el mundo conoció la muerte de la Reina Isabel II. Ella comentó una vez que Canadá se sentía como en casa, y el jueves los canadienses la abrazaron nuevamente, compartiendo historias y homenajes del impacto que tuvo en el país a lo largo de su reinado.

El primer ministro Justin Trudeau, dijo: "Ella fue nuestra reina durante casi la mitad de la existencia de Canadá y tenía un amor y afecto obvios, profundos y permanentes por los canadienses". "Ella nos sirvió a todos con fuerza y sabiduría, durante 70 años a medida que crecíamos hasta convertirnos en el país diverso, optimista, responsable, ambicioso y extraordinario que somos hoy".

La reina fue reflexiva, servicial, sabia, curiosa y divertida, dijo Trudeau, y le resultó difícil creer que ya no tendrá la oportunidad de hablar con ella. "Ella era una de mis personas favoritas en el mundo", dijo.