Aumenta polémica por Ley en Quebec que prohibió uso de símbolos religiosos a empleados del gobierno
15 de Diciembre de 2021 a las 06:49Con la obligación de abandonar su puesto de trabajo a una profesora en Quebec que se negó a dejar de usar un hijab, un pañuelo sobre su cabeza, que es símbolo de su religión y cultura, se ha encendido de nuevo la polémica por el proyecto de ley 21, que fue aprobado en el 2019, y que prohíbe a los trabajadores públicos en la provincia usar símbolos religiosos, ya sea un pañuelo en la cabeza, un turbante, una kipá o un crucifijo visible. El proyecto de ley es considerado como un ataque a los musulmanes, sijs, judíos y cristianos, muchos de los cuales usan símbolos religiosos como expresión de su identidad. Actualmente muchos quieren tumbar la norma, por considerarla completamente racistas, pero hay otro grupo la defiende y piden que se aplique a nivel nacional, porque consideran que Canadá está perdiendo su identidad cultural. ¿usted que opina?
EDITORRIAL. – Nuevamente y ante la salida obligatoria de una profesora, el Proyecto de Ley 21 en marzo de 2019, que prohíbe el uso de símbolos religiosos a los empleados del gobierno en sus puestos de trabajo, está generando una gran polémica nacional, porque muchos quieren que la norma se implante en todo el país, mientras otros están tratando de tumbarla, por considerarla totalmente xenofóbica.
Los ataques contra la norma, surgen luego que una junta escolar de Quebec hiciera cumplir el proyecto de ley 21, retirando a una maestra de su clase por usar un hijab, un velo usado por algunas mujeres musulmanas. Algo que ya no se permite para los nuevos empleados.
Para los críticos de la norma, lo que está generando es incitar la islamofobia que ya existe en Quebec, al punto que el alcalde de Brampton, Patrick Brown, pidió a 100 alcaldes canadienses para que "se unieran a la lucha" contra el Proyecto de Ley 21 de Quebec. "Atrás quedaron los días en que podemos hacer la vista gorda ante una injusticia", escribió Brown en una carta. "Los quebequenses de todas las religiones son nuestros hermanos y hermanas. Necesitan nuestra ayuda".
La Asociación de estudiantes musulmanes, entre otras, difundió una carta abierta en la que sostiene que “la ley 21 alimenta la discriminación sistémica”.
Los defensores del proyecto de ley 21 protestan indignados porque la ley de laicismo no es racista, que se aplica a todos los quebequenses por igual. Lo que les falta, sin embargo, es que las reglas que impone tienen un impacto desproporcionado en las personas racializadas y en los adherentes de religiones no cristianas para quienes el uso de los llamados símbolos religiosos a menudo se considera parte de la práctica religiosa. Esto lo hace discriminatorio.
A pesar de todas las protestas sobre la norma, para los que la defienden el problema es que los canadienses no están entendiendo el principio de la Ley, que no es otro que separar la religión del estado, pero para otros es solo una demostración del racismo en Quebec, porque que la ley está al menos parcialmente arraigada en un miedo injustificado a los musulmanes en Canadá y el mundo.
Los fundamentos de la Ley establecen que la laicidad estatal reposa sobre cuatro principios que son la separación del Estado y las religiones, la neutralidad religiosa, la igualdad de todos los ciudadanos y ciudadanas, la libertad de conciencia y la libertad de religión.
Una decisión judicial reciente encontró una oportunidad para que las juntas escolares de inglés se eximan de ella sobre la base de los derechos de educación en idiomas minoritarios, pero la ley sigue vigente mientras se apela esa decisión. Los efectos tóxicos del proyecto de ley se siguen sintiendo.
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