Canadá le abrirá las puertas a más de un millón de inmigrantes

Polémica porque hay quienes creen que son muchos, pero el Gobierno dice que son necesarios

Para gran parte de los canadienses los aportes de los inmigrantes son innegables y el país requiere de la llegada de más de ellos porque la población está envejeciendo rápidamente. En pocos años no habrá la suficiente fuerza laboral para sostener el sistema, pero hay algunos que creen que al Gobierno y al Parlamento canadiense se le fue la mano al aprobar el ingreso de más un millón de nuevos residentes permanentes en los próximos tres años, aseguran que se debió dejar la cuota que estaba en 250 mil por año, como hasta el 2016, antes de la llegada del mandato de Justin Trudeau quien fue quien decidió subir la cuota.    

TORONTO.- En el 2017, Canadá dio la bienvenida a más de 286, 000 nuevos residentes permanentes, algo que para muchos es demasiado, porque se podría afectar el empleo y generar algunos problemas, pero que para el Gobierno y el Parlamento resulta muy beneficioso la llegada de más inmigrantes al país, porque se necesita más fuerza laboral para sostener el sistema, especialmente cuando gran parte de la población se está jubilando, por ello ese número se subirá a 350 mil este año; 360, 000 en 2020 y 370, 000 en 2021, más de un millón.

Una cifra que preocupa es que el Gobierno estima que de los 350.000 inmigrantes a los que concederá visado cada año, la mitad serán trabajadores, y el resto entrarán como refugiados o por reunificación familiar, y algunos canadienses se están quejando del costo que representa para el país la llegada de más refugiados, aunque muchos la defienden porque representa el sentido humanista de Canadá.

 “Es gracias, en gran parte, a los recién llegados que hemos acogido a lo largo de nuestra historia que Canadá se ha convertido en el país fuerte y vibrante que todos disfrutamos”, dijo Ahmed Hussen, ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, un inmigrante de Somalia, al dar a conocer la noticia, quien además señaló que la llegada de estas personas ayudaría a contrarrestar el envejecimiento de la población de su país y el descenso de la tasa de natalidad, a la vez que aumentaría su fuerza de trabajo.

El ingreso de más de un millón de inmigrantes en tres año ya desató la polémica en el país, al punto que muchos piensan que la decisión del Gobierno de Justin Trudeau, que se presenta a la reelección en octubre, pondrá e riego el mandato liberal. Cabe recordar que en las últimas elecciones provinciales en Quebec, las ganó el partido que reducirá las cuotas de inmigrantes un 20%. Una reciente encuesta de Ipsos refleja además que un 54% de los canadienses cree que el país es demasiado permisivo en inmigración.

La justificación del Gobierno es que los inmigrantes pueden ayudarnos a solucionar el problema de falta de trabajadores en muchas empresas, especialmente cuando su población envejece rápidamente. Canadá es un país demográficamente similar a Europa: su media de edad supera los 40 años y los mayores de 60 años se acercan al 25%. Su tasa de fertilidad se ha hundido en medio siglo, de 3,8 niños por mujer en edad fértil en 1960 a los 1,6 de hoy.

Canadá es ya de por sí un país con leyes migratorias laxas: desde 1990 ha recibido a seis millones de inmigrantes, por lo que uno de cada cinco habitantes ha nacido en el extranjero. Pero el envejecimiento de la población y la carencia de mano de obra cualificada han llevado a Trudeau a tomar la decisión excepcional de invitar a todavía más trabajadores.

En los últimos años y luego de la llegad del Donald Trump a la Casa Blanca, miles de inmigrantes escapan de EE.UU., para refugiarse en Canadá, un país que solo tiene una frontera, pero tan gran qué se puede transitar libremente por muchas partes, aunque la mayoría de inmigrantes llegan por avión, lo que facilita notablemente el control del flujo migratorio sin necesidad de muros.