Canadá lo que realmente celebró fueron 150 años de diversidad cultural

Si está en una gran ciudad de Canadá, salga a la calle, a un lugar público y mire a su alrededor, verá que Canadá es un verdadero crisol de idiomas, razas y culturas, porque para donde se mire, habrá personas de diferentes partes del mundo, latinos, europeos, indianos, asiáticos, árabes y africanos, entre otros, que hacen parte de esa gran mezcla con los típicos ingleses, franceses y los nativos de Norteamérica. El respeto por el multiculturalismo es tan grande en Canadá, que en 1973, se creó el Ministerio de Multiculturalismo y en 1988 nació la Ley de Multiculturalismo, que fijo las bases de la actual constitución canadiense.

EDITORIAL.- "Nuestras raíces llegan a todos los rincones del mundo. Venimos de muy lejos y hablamos más de 200 idiomas. Nuestro tejido nacional es vibrante y variado, cosido por muchas culturas y herencias y subrayado por el valor fundamental del respeto", dijo el primer ministro canadiense Justin Trudeau, hijo de Pierre Trudeau, el padre del multiculturalismo en Canadá.

Desde 1971, bajo la dirección del primer Ministro Pierre Trudeau, Canadá adoptó el multiculturalismo como política de Estado, y desde esta fecha, incluso antes, esta gran nación demostró que realmente era el mejor camino para alcanzar el pleno desarrollo, social, económico y político, porque el país sigue creciendo en razas, lenguas y culturas.

Canadá es multicultural por donde se le mire, se hablan diversos idiomas, y tiene dos idiomas oficiales, inglés y francés, sobre el perfil religioso se puede decir que es mayoritariamente protestantes, pero muy de cerca van los católicos, y le siguen otras corrientes religiosas, como la musulmana, los judíos, y los cristianos, pero hay de todo y para todos los gustos.

De acuerdo con una encuesta realizada por el Instituto Environics, 8 de cada 10 canadienses aseguran que la inmigración fortalece la economía de su país y realmente eso se siente en las calles, porque la gente valora el trabajo que realizan los inmigrantes, y su aporte a la cultura canadiense, que se demuestra con los miles de festivales y carnavales que hay de todos los países del mundo cada año.

Cada día que pasa son más los extranjeros que están llegando a hacer de Canadá su nueva casa, y cada año hay más formas y programas para que los inmigrantes puedan llegar, especialmente jóvenes profesionales, que hablen inglés y francés, y que le sirvan a una nación que envejece y que requiere con urgencia la llegada de sangre nueva que revitalice un sistema que tiene grandes beneficios para los canadienses, y para los que viven en su territorio.

En el 2013, el 20% de la población canadiense, según OCDE, nació fuera del país, el porcentaje actualmente es mucho mayor, porque están ingresando alrededor de 250 mil nuevos residentes por año, a los que se suman los refugiados, los turistas y trabajadores temporales que se quedan y los estudiantes internacionales que se cuentan por miles.

Aunque aún persisten rasgos racistas dentro de Canadá y esporádicamente se presentan ataques contra personas afrodescendientes, inmigrantes asiáticos, latinos, musulmanes y judíos, entre otros, las leyes de Canadá son duras al castigar a los responsables de ataques de “odio”, que más de un canadienses lo piensa dos veces antes de lanzar la más mínima palabra que suene a racismo, o cualquier discurso xenófobo y antiinmigrante, como si se dan en Europa y Estados Unidos, donde pueden existir las mismas leyes, pero no hay tanta conciencia entre la gente del gran aporte que hace un inmigrante.