Con multitudinarias marchas piden la renuncia de la Presidenta de Brasil

Casos de corrupción tienen a Dilma Rousseff con el más bajo índice de popularidad en su país.

El expresidente Fernando Henrique Cardoso, fue el último en sumarse al pedidos de miles de brasileros que desde el domingo exigen la renuncia de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, por los casos de corrupción que se han destapado en el Gobierno.
 

BRASILIA.- Los brasileros están en pie de lucha y las multitudinarias marchas de protesta contra su presidenta no terminan, y ahora exigen la renuncia inmediata de la presidenta Dilma Rousseff, un pedido al que se aun sumado muchas voces importantes de este país, incluida la del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, que dijo que la mandataria se debía hacer a un lado sino puede gobernar.
 

Decenas de miles de personas se han concentrado desde domingo en unas 260 ciudades de Brasil, incluidas Brasilia y todas las capitales regionales, para protestar por los escándalos de corrupción en la compañía estatal Petrobras y la gestión económica del Gobierno, por lo que piden la salida de todo el gabinete, incluida su presidenta.
 

Los grupo políticos en la oposición van más lejos y están pidiendo no solo la renuncia, sino además  un juicio político con miras a la destitución de Rousseff, por una supuesta responsabilidad del Gobierno en los desvíos de dinero registrados en Petrobras, que la propia empresa calcula en unos 2.000 millones de dólares durante la última década.
 

El escándalo de corruptelas en Petrobras y los grandes problemas económicos por los que atraviesa este país, han afectado la popularidad de la presidenta, a tal punto que dos recientes encuestas han situado su popularidad en tan solo un 8%, con tasas de rechazo que llegan a superar el 70%.
 

La manifestación más multitudinaria ha tenido lugar en la ciudad de Sao Paulo Las marchas han estado convocadas por movimientos de la oposición, que ha pretendido de esta forma hacer una demostración de fuerza con una marea de personas, muchos vestidos de verde y amarillo, que han salido a las calles en Brasil.
 

Miles de personas han marchado en Río de Janeiro, Belo Horizonte, Porto Alegre, Belén, Maceió, Salvador y Vitoria, entre otras de las capitales regionales. La manifestación más multitudinaria ha tenido lugar en la ciudad de Sao Paulo, la más poblada del país y en la que los organizadores confiaban en reunir a más de un millón de personas.
 

El Gobierno brasileño ha dicho que observa esas protestas con "respeto" y que las percibe como una prueba de la "normalidad democrática" que existe en el país. Sin embargo, ha subido el tono contra los sectores que exigen la destitución de Rousseff, a los que ha acusado de intentar promover "maniobras golpistas".
 

 En las concentraciones se vieron carteles en los se leía "Fuera Dilma" o "Impeachment", en alusión a la figura del derecho anglosajón que se usa en Brasil para definir la destitución de un jefe de Estado. En respuesta a esta protesta, el Partido de los Trabajadores, al que pertenecen Rousseff, y su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva, convocó diversos actos "en defensa de la democracia" en todo el país para el próximo jueves.