Denuncian explotación laboral a inmigrantes en Canadá, deben trabajar horas extras sin pago

Jornadas de hasta 14 horas, 7 días a la semana. Los “Ilegales” llevan la peor parte, a veces ni les pagan

Las condiciones laborales de los trabajadores que no tienen permiso de trabajo, sin estatus legal, o mal llamados ilegales, son aún perores que la de los inmigrantes con contrato laboral, con residencia permanente o estudiantes internacionales con permiso de trabajo, entre otros, porque ellos muchas veces ni les pagan, o reciben un salario muy inferior al de cualquier ciudadano de este país por la misma labor. Si esta siendo abusado laboralmente, en la siguiente página del gobierno le indican que debe hacer para denunciar: https://www.canada.ca/en/immigration-refugees-citizenship/services/work-canada/permit/temporary/vulnerable-workers.html

OTTAWA. –  La situación para estos extranjeros se complicó con la llegada de COVID-19 a Canadá, porque muchos trabajadores quedaron atrapados, en lo que se denomina “cárceles virtuales”, porque se les imponen jornadas largas de trabajo sin derecho a protestar.

Niñeras, personas encargadas de la limpieza, y cuidadores de personas de la tercera edad o enfermos, entre otros están trabajando de 12 a 14 horas al día, incluso durante los fines de semana y feriados, en la mayoría de los casos sin el pago de sus horas extras, porque en medio de la pandemia lo importante es mantener el empleo y de eso se están aprovechando sus jefes.

Hay inmigrantes que están trabajando 7 días a la semana, cuidando niños, enfermos o adultos mayores, que deben hacer la limpieza de la vivienda, por el mismo salario. En su mayoría son mujeres que llegaron con contrato laboral desde Filipinas, Latinoamérica o el caribe, que temen ser devueltas a sus países de origen, por lo que no protestan. Ellas esperan cumplir el tiempo reglamentario, para algún día obtener la residencia permanente y así poder traer a sus familiares, por ello soportan el abuso de sus empleadores. 

La Alianza de Trabajadores Migrantes para el Cambio (MWAC), una de las organizaciones que está denunciando lo que está pasando, dijo que, a parte de la explotación laboral, muchos de estos extranjeros deben soportar ataques racistas, especialmente los asiáticos a quienes los acusan de traer la pandemia a Canadá, agresión que según la organización se registra mucho más en Ontario y Columbia Británica, donde han realizado encuestas a los extranjeros. Para completar, casi la mitad de los encuestados en estas zonas, que aún conservan su empleo, aseguraron que tenían que trabajar más horas sin ningún pago extra, o podían perder el trabajo.

Otra parte de estos extranjeros que enfrentan diferentes tipos de explotación, son en buena parte profesionales con residencia permanente, y con todos sus papeles en regla, quienes deben soportar trabajar en cualquier cosa, porque no tienen las respectivas licencias dentro de sus especialidades, y mientras la consiguen, algo que puede durar años en tiempos normales, deben sobrevivir y mantener la familia que llegó con ellos. Se dice popularmente que por la demora en trámites para validar estudios universitarios, en Canadá existen los obreros de la construcción, personal de limpieza y taxistas, mas profesionales del mundo.

El miedo a quedar sin ingresos en medio de la pandemia, es lo que está permitiendo que aumente los abusos laborales, porque muchas personas prefieren soportar los abusos sin denunciar a quedar sin empleo. Lamentablemente hay muchos inmigrantes sin estatus legal o sin su permiso de trabajo, dispuestos a realizar cualquier labor incluso por menos dinero, y sin protestar, eso lo sabe el trabajador y el empleador.

De acuerdo con un informe del organismos que defiende a los trabajadores extranjeros, muchos de estos inmigrantes, especialmente los que están al cuidado de personas, están atrapados en las casas por sus empleadores, quienes les imponen restricciones de movilidad para que no busquen otras alternativas laborales, pero la peor situación la están soportando los que no cuentan con un permiso de trabajo, que aparte que deben trabajar horas extras, por un salario muy inferior a las personas con estatus, en repetidas oportunidades quienes los contratan no les pagan y los amenazan con denunciarlos, para que los deporten.

Las personas más afectadas por este tipo de explotación laboral, son mujeres de Filipinas, Indonesia, India, Kenia y Jamaica, que llegan con un contrato laboral, del que no se pueden desprender por miedo a ser deportadas, lo que las hace muy vulnerables, situación que empeoro en medio de la pandemia, donde el trabajo aumento, pero no el pago. Muchas de estas mujeres inclusive no se les permite salir solas de la casa donde trabajan, dicen organismos que las defienden, que las invitan a realizar las respectivas denuncias, porque hay normas que las protegen de esta clase de abusos.

Otro problema que se presta a que muchos trabajadores extranjeros estén siendo explotados, es porque una parte de los que llegaron con contrato para el cuidado de personas en jornadas laborales normales, ahora deben trabajar 7 días a la semana, sin salir de casa, porque su empleador se mudó fuera de la ciudad para escapar de la pandemia. Ellas viajaron con las familias, no renuncian porque requieren el contrato para poder obtener la residencia permanente, así que soportan ese encierro. Salen cuando deben enviar dinero a sus países.