Gobierno de Trudeau se derrumba por terrible caso de corrupción
05 de Marzo de 2019 a las 10:21
De acuerdo al informe de The Globe and Mail, Trudeau y sus allegados presionaron a Jody Wilson-Rayboulda, para que frenara el proceso y permitiera a la compañía salir con un acuerdo extrajudicial de un grave problema de sobornos. Pero la ministra no cedió y dimitió el 12 de febrero, lo que puso en aprietos al Gobierno Liberal, que ahora enfrenta un cumulo de investigaciones, incluida una de la comisión de Justicia del Parlamento. El caso involucra pagos por valor de 31,7 millones de euros a Saadi Gadafi y otros altos cargos del régimen libio entre 2001 y 2011, el año que Muamar el Gadafi fue ejecutado. El primer ministro niega todas las acusaciones, pero esta denuncia, de la que se están conociendo más detalles, podría poner fin a su carrera política, cuando se aproximan elecciones y su partido buscaba la reelección. Andrew Scheer, líder de la oposición conservadora, han pedido una investigación policial y la dimisión del Primer Ministro, ya que “ha perdido la autoridad moral para gobernar”.
EDITORIAL.- Cuando Justin Trudeau fue elegido como Primer Ministro de Canadá, el mundo y especialmente los canadienses se rindieron a sus pies, porque era un hombre joven, con pinta de actor, una bella familia, un liberal progresista, muy amigable con la gente, defensor de los inmigrantes, de los refugiados, de los derechos de la mujer, los indígenas y los homosexuales, además de ser uno de los pocos líderes mundiales que se oponía abiertamente a Donald Trump, pero todo eso se está derrumbando luego de conocerse el caso de corrupción denunciado por de The Globe and Mail, del que siguen saliendo muchos más problemas para el actual gobierno liberal, que se alista para dar la batalla a los conservadores en las elecciones del mes de octubre.
Para muchos analistas lo que le está pasando a Trudeau, defendiéndose e inmerso en un caso de corrupción, con millonarios sobornos incluidos, podría generar la salida del partido Liberal del poder, algo que ya se venía anunciando como una posibilidad por el descontento que se ha generado en el país con la llegada de los miles de refugiados para los que el país no estaba preparado, los conflictos diplomáticos con China, la débil negociación del Tratado de Libre Comercio con EE.UU., y otros temas nacionales e internacionales, que para muchos no fueron bien manejados por el Primer Ministro, que pese a todo seguía manteniendo un alto porcentaje de imagen favorable dentro del país, pero especialmente fuera de Canadá.
Trudeau llegó al poder en octubre de 2015 y su buena imagen se mantuvo por largo tiempo, porque gran parte de los canadienses lo veían como el joven líder que el país necesitaba para recuperar económicamente la nación, mejorar el sistema de salud y la educación, ampliar las inversiones internacionales, mejorar las relaciones con muchos países y de paso enfrentar al Gobierno de EE.UU., o al menos el que podría ser menos complaciente con el vecino, luego de la salida de un gobierno Conservador que fue fuertemente criticado.
Pero esa luna de miel con los canadienses se empezó a caer luego de conocer que Trudeau pasó sus vacaciones en la isla privada de un millonario que realizaba contratos con el Estado, los problemas que tuvieron algunos de sus colaboradores por evasión fiscal, la crisis generada con China y EE.UU., el manejo de los refugiados y el ingreso descontrolado de miles de inmigrantes que huían de EE.UU., casos que si bien no fueron contundentes para poner fin al Gobierno, si fueron dañando la imagen y especialmente la credibilidad del mandatario. Pero ahora la situación es más complicada porque el Primer Ministro se enfrentar a una denuncia peor, en la que se asegura que presionó a la fiscal general para que no investigara, ni sancionará a una empresa por un caso millonario de corrupción.
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