¿Intentar obligar a los canadienses a vacunarse con el certificado, viola sus derechos?

Por un lado, están las personas que creen que debe ser obligatorio la vacuna para todo los que viven en Canadá, porque una sola persona sin las respectivas dosis puede terminar matando a otras personas que, si se vacunaron, porque hay que recordar que ninguna de las vacunas son ciento por ciento efectivas. En el otro lado están los que no se quieren vacunar, y justifican su decisión como un derecho que les da la Carta Canadiense de Derechos y Libertades, y en el medio están los que creen que las personas que no se inmunizan, tienen el derecho a no hacerlo, pero lejos de ellos, es decir que se deben aislar. Mientras se da el debate, los gobiernos provinciales intentan imponer el pasaporte de vacunación o el certificado que se empezará a exigir a muchos residentes si quieren estar en espacios públicos concurridos, un documento que está generando una gran polémica porque empieza a crear una discriminación que muchos no quieren. 

EDITORIAL. – Ante el número creciente de provincias que han comenzado a exigir pruebas de vacunación para asistir a ciertos eventos sociales y recreativos, la pregunta que está surgiendo en Canadá y en el mundo, es si se estaría violando los derechos y libertades de las personas que no se quieren vacunar.

Hasta el momento ningún país ha obligado a sus ciudadanos a vacunarse, esta sigue siendo una decisión voluntaria, pero con la exigencia de un certificado o la expedición de un pasaporte especial que demuestren que ya están vacunados, además bajo la amenaza de una sanción si ingresan a determinados sitios, la exigencia parece implícita.

El requerimiento del certificado o pasaporte está preocupando a muchos canadienses que creen que se infringen los derechos y libertades de los que no quieren vacunarse, pero para otros esas libertades terminan cuando lo que se afecta es toda una comunidad. El tema en tan delicado que se ha convertido en un asunto clave en las elecciones federales de Canadá, en la que ningún candidato ha sido contundente, porque sabe que eso puede significar votos.

La Carta Canadiense de Derechos y Libertades, que dice que toda persona tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad… de conformidad con los principios de la justicia fundamental, pero muchos la interpretan desde su esquina.

Para algunos expertos en el tema, cualquier norma sobre la vacunación debe eximir a los que por alguna razón no pueden o no lo quieren la inyección. No puede haber ninguna vacunación forzada, porque eso podría establecer una violación de la vida, la libertad o la seguridad de la persona, pero dejan claro que si se puede limitar la capacidad de participar en ciertas actividades si no tienen la vacuna, por el riego que corren las libertades de otros ciudadanos.

Para ellos en este punto lo importante es que el Gobierno garantice a los que no se vacunan el acceso a todos los bienes y servicios que requiere para vivir. Pero que hacer con estudiantes, los que quieren trabajar, los que quieren viajar o realizar actividades físicas, entre otras cosas, pero no se quieren vacunar, ahí es donde se estarían violando sus derechos, sino se les puede garantizar que tengan las mismas oportunidades de vida que los vacunados. Sería como crear dos mundos paralelos, para no violar la libertad o la seguridad, de los unos y los otros.

Para algunas personas esa libertad de vacunarse o no, termina cuando la decisión afecta la vida de otras personas, la salud y la seguridad del público, porque existen unas vacunas, que se aseguran reducen la gravedad de una enfermedad, por lo que cualquier justificación para no vacunarse queda en entredicho. La Sección 1 de la carta dice “todos los derechos y libertades en la carta están sujetos a límites razonables”, y este podría ser uno de ellos, pero seguramente el debate apenas empieza y continuará hasta que se ponga fin a la pandemia, algo que está lejos de suceder.