La indignación y las protestas en México son más que justificadas

EDITORIAL.- Los mexicanos se cansaron de esperar por una oportuna respuesta del Gobierno a la ola de violencia que azota al país en los últimos 10 años, que se ha recrudecido de manera atroz e indignante en los últimos meses, en parte por la falta Justicia, Estado y de unos organismo de seguridad que garanticen al menos los más mínimos derecho a la vida y honra de cualquier ciudadano en cualquier país del mundo.

TORONTO.- Aunque muchas protestas se han salido de camino y terminan generando aún más violencia de la que ya existe, los reclamos de los mexicanos a su Gobierno están más que justificados ante un estado que no logra detener una violencia que crece día a día cobrando miles de vidas en este país latinoamericano al que parece le cayeron todos los grandes males del mundo moderno al mismo tiempo, narcotráfico, corrupción, paramilitarismo, tráfico de armas y para completar una pobreza galopante, en medio de una desigualdad social extrema.

Los bloqueos, las manifestaciones y las marchas brotan por todo el país, y no solo de las clases más necesitadas como muchos pudieran pensar, porque el problema está afectando a todos por igual. Pobres, ricos, clase media, mujeres, niños, jóvenes, viejos, todos son víctimas de la misma violencia que no los deja ni un día de paz, como se registra en todos los medios de comunicación. 

La indignación crece y el país ya se ha puesto de pie, dispuesto a exigir al Gobierno respuestas para enfrentar a los violentos, porque la gente se está armando para defenderse ante la falta de estado, algo que seguramente va a empeorar aún más la situación como ya ha pasado en otros países, donde ante la falta de orden y justicia se arma un caos que genera mucha más violencia y víctimas inocentes.

Lamentablemente el panorama pinta muy oscuro para México, porque pese a que el Gobierno dice que está dando una batalla contra los carteles de la droga, para muchos mexicanos esta guerra se está perdiendo, y el pesimismo crece porque ven como crece también el tráfico de drogas y sus oscuros tentáculos que están llegando a toda las escalas de la sociedad, incluidas las fuerzas encargadas del orden y la justicia. La corrupción es tan fuerte que esfuerzos de valerosos hombres y mujeres se desvanece en cada muerte, y mientras crece el miedo entre los mismos organismos que deben ejercer el control.  

Para muchos la caída del Gobierno de Enrique Peña Nieto, o al menos la salida de los directores de los organismos de seguridad del Estado sería parte de la solución, y eso es lo que se pide en las marchas de protesta, pero por el contrario hay quienes creen que eso empeoraría aún más la situación, por lo que piden es un mayor respaldo a todas las entidades del Estado y que se saque a los elementos “podridos”, porque eso marcaría el inicio de una solución.

Para los mexicanos su gran problema actual es que pasan los días y la violencia sigue creciendo, pero no ven por ahora camino para detenerla y mucho menos líderes que quieran generar un cambio real. Muchos creen que el país tocó fondo con la desaparición y masacre de 43 estudiantes en el que estaría involucrado el Estado y la policía, por eso para ellos llegó la hora de un verdadero cambio.

Canadá y el mundo seguirá condenando lo que está pasando en México, pero al igual que lo que ha sucedió en muchos países del mundo, el cambio se debe dar dentro de este país, y en este sentido las protestas pacíficas pueden generar esos caminos que realmente le devuelvan la tranquilidad a todos los mexicanos.