Mexicanos piden expulsión de la caravana de centroamericanos: “No a la invasión”

En Tijuana aumentan xenofobia contra inmigrantes que buscan ingresar a EE.UU.   

"¡Fuera hondureños, no los queremos!, ¡Viva México!, ¡Viva Tijuana!", gritaban
cientos de personas en Tijuana, en rechazo contra los miles de centroamericanos que han llegado la ciudad fronteriza de México y EE. UU., que buscan la manera de ingresar a territorio estadounidense. Mientras el alcalde de la población se unía a la Postura de los manifestantes y del mismo Trump, la policía antimotines tuvo que detener a los manifestantes para evitar una posible agresión o un enfrentamiento, porque se estaban lanzando botellas contra los caminantes.  

TIJUANA.- Olvidando lo que sufren los mexicanos en Estados Unidos, y todos los inmigrantes, por la xenofobia que crece en el mundo, algunos residentes en Tijuana salieron a las calles a protestar contra los centroamericanos, y solo unos cuentos salieron a defender a los que son considerados ahora como invasores.

Ondeando banderas de México, y afirmando que protestaban contra “la invasión!", decenas de mexicanos en Tijuana la emprendieron contra los inmigrantes centroamericanos que han llegado a este país, buscando la manera de ingresar a Estados Unidos a pedir refugio. Autoridades migratorias de México dicen que unos 3.500 inmigrantes ya están en la ciudad y estiman que otros 3.000 podrían llegar esta semana, pese al rechazo y a la posición del Alcalde que los calificó a los integrantes de la caravana como invasores.

En esta ciudad mexicana, que queda a pocos metros de la frontera de EE.UU., se concentran miles de personas, sobre todo de Honduras, que esperan pedir asilo en Estados Unidos tras una marcha a pie que emprendieron desde varios países de Centroamérica hace semanas en busca de una vida mejor.

Actualmente, unos 3.500 centroamericanos viven en condiciones de hacinamiento y la mayoría a la intemperie, en un lote de tierra Tijuana. Ellos están a la espera de otros 3 mil centroamericanos más que caminan rumbo a esta ciudad fronteriza. Para evitar confrontaciones y ante las marchas de protesta, cientos de policías antimotines de  México rodearon el albergue, mientras drones oficiales sobrevolaban la zona, porque se cree que en cualquier momento los inmigrantes pueden ser atacados por los que no los quieren.

Un sector de la población en Tijuana organizó una marcha con pancartas que decían: "Esto es una invasión disfrazada de migración", y solo unos cuantos salieron a defender a los inmigrantes, pero rápidamente los hicieron correr. Muchos justificaban su molestia por la supuesta forma en la que la caravana entró en México: "Llegaron ilegalmente, rompiendo vallas y agrediendo", aseguraban.

Algo que ha servido para aumentar los ataques contra los inmigrantes fue la posición del alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, quien rechazó la caravana y se unió a la postura del Presidente de Estados Unidos de ver a los inmigrantes como invasores. Dijo que la Caravana de inmigrantes eran non gratos en Tijuana e incluso los tachó de "marihuanas".

Este sentimiento antiinmigrante no sólo ha brotado en Tijuana. En otros estados mexicanos son las propias autoridades las que han tomado medidas más restrictivas contra los centroamericanos, como limitar su apoyo y cerrarles rutas de paso, especialmente para evitar que más inmigrantes logren llegar a la frontera con EE.UU., pero pese a ello, el éxodo masivo va a continuar, porque desde Honduras y El Salvador se reportó la salida de otras dos caravanas.