¿El nuevo sistema de migración de Canadá es racista?

Durante años se acusó a Canadá, con justa razón, de ser un país racista a la hora de traer inmigrantes y convertirlos en ciudadanos, porque solo quería blancos, caucásicos, que hablarán inglés o francés y que fueran particularmente europeos, porque aunque permitía la llegada de otros inmigrantes como los chinos a trabajar, a estos no les daban los mismos derechos, ni siquiera les permitía traer a sus esposas para que no se reprodujeran. El sistema cambio, y con el tiempo fue uno de los programas migratorios más amplios y equilibrados del mundo, pero al parecer las cosas podrían estar volviendo al pasado.

OTTAWA.- Hace tan solo dos años el periódico británico The Guardian atacó fuertemente los cambios al sistema de migración de Canadá, que según el diario y otras organizaciones defensoras de los inmigrantes y los refugiados, pasó de ser uno de los más abiertos y humanos, a uno de los más racistas del mundo, el ministro de Inmigración de ese entonces Jason Kenney se defendió y dijo que las acusaciones carecían de sentido, pero ahora con la entrada en vigencia del nuevo programa migratorio, muchos creen que Canadá está realmente regresando al pasado.

Los cuestionados cambios que se han dado establecen prácticamente que solo el que hable muy bien inglés, o francés tiene el ingreso asegurado a Canadá, algo que deja por fuera a muchos inmigrantes que no tienen como primer idioma uno de estos, pero eso súmele que deben ser profesionales jóvenes, y con muy buenas credenciales, y se quedarán muchos más por fuera.

Pero las críticas contra el sistema migratorio nuevo de Canadá impulsado por el actual Gobierno conservador van mucho más lejos, porque hay quienes afirman que las medidas duras contra los refugiados, es otra forma de racismo, porque deja por fuera precisamente a personas muy pobres, de países en conflicto como en el África y con mucha violencia como México, que requieren esa protección que brindaba Canadá sin mayores problemas en el pasado, pero que ahora se ha limitado al máximo.

Por ahora a los peticionarios de refugio los dejaron sin servicio de salud, y bajo unos criterios muy selectivos por país, a los padres de familia de muchos inmigrantes ahora no les permiten nacionalizarse fácilmente, y para completar los tramites de visa para una persona que quiere llegar de un país pobre a Canadá prácticamente resultan una misión imposible si la persona no logra demostrar que es un millonario, mientras a otros países como EE.UU. y de Europa, pasan por aquí sin problemas.

Para muchos analistas en Canadá se está instalando un sistema migratorio muy excluyente y hasta represivo, porque mientras el país sabe que requiere de los inmigrantes  para garantizar el crecimiento poblacional y un mejor futuro para la población que está envejeciendo rápidamente, coloca muchas más limitaciones para las personas que quieren llegar de países que no hacen parte de los denominados países ricos, donde hay mucho más interés de personas que quieren venir a vivir, trabajar y estudiar y hacer su vida en Canadá.

Según el editorialista del periódico británico las autoridades de inmigración han ajustado radicalmente los criterios para las aplicaciones, ha recortado los programas de reasentamiento de refugiados, ha reducido el servicio de salud a determinados grupos de refugiados y está revocando las ciudadanías que ya había entregado a muchos extranjeros, creando los ciudadanos de primera los que nacieron en el país y los de segundo los que nacieron fuera de Canadá. Para algunos expertos todos estos cambios solo tiene un trasfondo y es “el racismo en la sociedad canadiense”. ¿Tendrá algo de razón?