A punto de extinguirse voraz incendio que azotó Fort McMurray, Alberta, Canadá

Rusia, los EE.UU., México, Australia, Taiwán, Israel y la Autoridad Palestina le ofrecieron a Canadá ayuda para apagar el incendio forestal, al norte de Alberta, pero el primer ministro Justin Trudeau los rechazó y dijo que no se requiere asistencia internacional, porque el fuego ya fue controlado. Hasta la fecha el fuego ha calcinado 161.000 hectáreas, pero se estima que superará las 200.000 hectáreas de bosque, además de miles de casas. Por ahora cerca de 88.000 personas de la región de Fort McMurray han sido evacuadas.

ALBERTA.- El Gobierno de Canadá rechazó el ofrecimiento de ayudas internacionales para apagar el incendio forestal que azota desde hace una semana el norte de Alberta, porque dice que los bomberos de la mayoría de las provincias ya han logrado contralar el avance del fuego, a lo que se suman unas pequeñas lluvias que cayeron sobre los bosques de pinos que han ayudado a sofocar las llamas que se extendían por cientos de kilómetros destruyendo todo a su paso.

Ante el desastre la Premier de Alberta Rachel Notley, dijo que agradecía el fuerte trabajo que realizaron los bomberos de Canadá, porque lograron controlar el incendio y salvar a la pequeña población de Fort McMurray, porque se quemaron 2.400 viviendas, pero se salvaron unas  25.000 edificaciones, alrededor del 90 por ciento de todo el poblado.

Pese a que ya está controlado el fuego, especialistas en el tema creen que solo unas fuertes  lluvias podrían extinguir totalmente el incendio que ha consumido 161.000 hectáreas, según el último reporte, porque el fuego seguirá activo durante meses, de ahí que muchos organismos de control, equipos de bombero y socorro seguirán en la zona afectada y monitoreando lo que queda del incendio, para evitar que se reaviven las llamas.

Aunque hasta ahora se está haciendo el balance de los daños materiales causados por el incendio, porque el daño ecológico es de grandes dimensiones, por ahora se han contabilizado 1.600 residencias destruidas, o dañadas por el fuego, y miles de familias damnificadas. Sin contar las extensas extensiones de bosque natural, de pinos, carreteras afectadas, redes de alumbrado y otras estructuras dañadas.

En las últimas horas el incendio que se inició hace una semana por causas todavía desconocidas, ya no avanza con la misma fuerza que afectó en gran parte a los residentes de la Fort McMurray y sus zonas aledañas, porque los factores climáticos han cambiado en las últimas horas, ya no hay fuertes vientos y altas temperaturas, sino pequeñas lluvias y bajas temperaturas, lo que ha ayudado a los bomberos.

Por ahora la primera ministra de la provincia de Alberta, Rachel Notley, indicó que seguirán las labores para extinguir el incendio, mientras se trabaja con los damnificados y se llevan ayudas a las personas que fueron desplazadas por el incendio, y dijo que balance de las hectáreas de bosque consumidas por el fuego podrían ser menor a las que se estimaban, porque las lluvias han logrado apagar algunos focos.

Helicópteros, aviones, más de 500 bomberos y equipos de socorro de todo el país,  fueron desplegados para luchar contra el fuego que amenaza la gran zona petrolera y algunos territorios de los indígenas, como Fort McKay y Fort Chipewyan, que están a tan solo unos 60 kilómetros al norte de Fort McMurray, donde se han registrado los mayores daños que ha dejado el incendio.

Frente a las ayudas internacionales que le han ofrecido a Canadá, el Gobierno dijo que no eran necesarias,  porque ya se cuenta con el respaldo de equipos de Bomberos de otras provincias, entre ellas Ontario, Columbia Británica, Quebec y New Brunswick, que podía controlar la situación.