Crecen protestas por mal manejo de la pandemia en Brasil, mientras Bolsonaro militariza el Gobierno

Cada 24 hora mueren alrededor de 2 mil personas. El miércoles fueron 1.840 vidas perdidas   

El gigante sudamericano es el segundo país del mundo con el mayor número de fallecidos por la pandemia (259.271 hasta este jueves), sólo superado por Estados Unidos, lo que está generando fuertes protestas. En respuesta a lo que está pasando Bolsonaro les resta importancia a las manifestaciones, y pese a las criticas sigue ampliando el número de militares en altos cargos del Gobierno, en dos años ya ha duplicado la presencia de uniformados en los más altos cargos de la administración, el último fue en la petrolera estatal Petrobras, donde destituyó a su presidente por un general retirado del Ejército

BRASIL. El gigante país suramericano es uno de los más afectados por la pandemia en el mundo, en gran parte por la fallida política de salud del Gobierno que no ha logrado detener el avance del virus, ni el número de infectados, mientras miles de personas han muerto por la enfermedad y crece el descontento nacional.

En medio de esta tensión el presidente Jair Bolsonaro ha decidido militarizar gran parte de su Gobierno, ahondando aún más la crisis actual por la que atraviesa su mandato, porque muchos creen que lo que busca es asegurar la reelección a toda costa.

El mandatario en un intento por tranquilizar a los brasileros por el avance de la pandemia y la poca efectividad de el plan del Gobierno, asegura que los medios son los que "han creado pánico. Estos comentarios ocurrieron después de que Brasil registrara el martes su récord diario de muertes por covid-19 y antes de que volviera a batirlo el mismo miércoles, con 1.840 vidas perdidas en 24 horas.

Sin embargo, no solo la gestión que Bolsonaro está haciendo de la pandemia causa preocupación en Brasil, también la militarización del Gobierno. El número de militares en altos cargos de la administración pública de Brasil se ha duplicado en menos de dos años por la influencia del presidente. En concreto han pasado de 188 a 342 entre enero de 2019 y septiembre de 2020 los militares en puestos de la más alta categoría de remuneración.

Una de las acciones más polémicas de Bolsonaro como presidente ha sido su injerencia en la petrolera estatal Petrobras para sustituir a su presidente por un general retirado del Ejército. Esto causó pánico en los mercados, donde el valor de las acciones de Petrobras se desplomó 21% el 22 de febrero, una pérdida equivalente a US$18.000 millones en bolsa.

El cambio del presidente de la petrolera fue leído como una señal de un mayor intervencionismo económico en Brasil por motivos políticos. También fue visto como un movimiento preelectoral de un presidente que se apresta a buscar un segundo mandato el año próximo y enfrenta una prolongada crisis económica.

El cambio en la presidencia de Petrobras también causó consternación por ser otra señal de la militarización del poder civil de Brasil bajo el mandato de Bolsonaro.

El presidente, que es un excapitán del Ejército, ha designado miembros activos o retirados de las Fuerzas Armadas en puestos claves del gobierno, desde el jefe de gabinete hasta el ministerio de Salud en plena pandemia.

Bolsonaro ha aumentado la participación de militares en el gobierno de Brasil.

Nueve de los 21 ministerios brasileños están comandados por militares, que aumentaron 33% su presencia en el gobierno hasta julio y ocupaban unos 2.500 cargos, según informó del diario Folha de S. Paulo.

Esto es visto por algunos como un riesgo para la democracia brasileña.

Edson Fachin, ministro del Supremo Tribunal Federal, la máxima corte de justicia en Brasil, sostuvo el mes pasado en el mismo periódico que "la remilitarización del gobierno civil" es "un síntoma preocupante".