DESDE CANNES: José Ridoutt Polar

Por José Ridoutt Polar

El primer filme de la competición ha sido Loveless (Nelyubov, 2017) del cineasta ruso Andréi Zvyagintsev. De vuelta por tercera vez a la competición del Festival de Cannes, donde su última aparición le valió el premio a mejor guion por Leviatán, el penetrante y mordaz cineasta ruso no hace ninguna concesión a los corazones sensibles en la negrísima Loveless, primera en proyectarse de las 18 candidatas a la Palma de Oro 2017. Acrecentando aún más su profundo análisis de los males que asolan a su país y a la humanidad contemporánea en general, el realizador ha sacado la artillería pesada para exponer las consecuencias dramáticas para las generaciones más jóvenes de un estado de ánimo generalizado de depresión, ultramaterialismo y odio, anestesiado por las nuevas tecnologías y nutrido por un clima de guerra. Como ocurriera con su anterior propuesta, Leviatán (Leviafan, 2014), Zvyagintsev vuelve a poner el foco sobre la vulnerabilidad de una familia, en esta ocasión, en el marco de una crisis matrimonial que desencadena la huida del hijo de este tras una pelea. Maryana Spivak y Alexei Rozin componen el elenco de esta producción que ha deslumbrado por su impecable puesta en escena. 

El film cuenta con el guion de Oleg Negin, en la que es la cuarta colaboración con el realizador tras The Banishment (2007), Elena (2011) y Leviatán (2015). Con Loveless, Zvyagintsev optará por segunda vez a la Palma de Oro. En su palmarés figuran el León de Oro de la Mostra de Venecia, el Premio especial del jurado de Un Certain Regard, Premio al mejor guion en Cannes y el Globo de Oro, casi nada.