El final de un legado en el béisbol de Toronto fue sellado por Shapiro y Atkins
07 de Diciembre de 2016 a las 08:49Por Eduardo Harari
Toronto. - Resulta que los Azulejos de Toronto se decidieron sobre Edwin Encarnación antes de que él pudiera siquiera decidir seguir adelante con ellos.
El gerente general de Toronto, Ross Atkins, dijo algo en su reunión de final de año con los reporteros a finales de octubre que estaba un poco perdido en hablar sobre alternativas y costos de las oportunidades, pero se destaca en retrospectiva. Hablando de las necesidades del equipo, dijo que él tomaba consuelo en que gracias a dios el mercado este invierno les favorecía a los compradores en referencia a su lista de compras; uno o dos jardineros de esquina y una primera base con buen bate.
En las últimas tres semanas, Atkins borro dos de ellas de la lista de Toronto: Kendrys Morales, de los Reales de Kansas City, por $ 33 millones en tres años, y Steve Pearce, el ex Orioles de Baltimore, durante dos años y $ 12 millones.
El último acuerdo, anunciado el lunes por la mañana, casi sella el final de la época de Encarnación en Toronto, ya que no hay espacio en un pelotón de Morales-Pearce-Justin Smoak en la primera base que parece ser un exabrupto remplazar algo seguro por algo experimental. Eso trae el dilema del bateador designado que Encarnación también lo solía ocupar en sus días de descanso del campo. Atkins tendrá que buscar a alguien por medio de la lista de agentes libres o por la ruta del intercambio. Si los rumores son correctos se dice por los pasillos que Toronto está buscando los servicios de Dexter Fowler de los Cachorros de Chicago, que no vendrá nada barato y daría por concluida la era de José Bautista con el equipo también.
Decir que esta clase de movimientos no les van a traer ninguna clase de laurales en casa a Atkins y a Shapiro es obvio, pero como ellos bien lo han dicho este es su equipo le guste o no a los fanáticos.
Los ejecutivos de Rogers y propietarios de los Azulejos tienen mucha de la culpa en todo lo que está sucediendo en esta batalla, ya que a finales del 2014 en una forma muy maquiavélica reemplazaron al arquitecto y presidente del equipo Paul Beeston, quien fuese el primer empleado del equipo en 1976, con Mark Shapiro quien durante toda su carrera con los Indios de Cleveland no logro llevarlos a la cima del béisbol profesional. Luego Shapiro se encargó personalmente de instigar que Alex Anthopoulos el ex gerente general renunciara para poder así traer a su compañero de equipo Ross Atkins de Cleveland.
Desde que los nuevos chicos comenzaron sus trabajos en la última temporada han estado trabajando en gran medida con el equipo que heredaron. Hicieron algunos movimientos muy buenos - J.A. Happ y Marco Estrada - y algunos mucho menos - Drew Storen y Jesse Chávez que ya no están en Toronto, pero el equipo de Toronto que hizo los playoffs en su primer año se parecía mucho al equipo que hizo los playoffs en el año en que Shapiro y Atkins todavía llevaban los colores de Cleveland.
A la vista pareciera que la era de Shapiro / Atkins a comenzado y que la visión de los Azulejos del pasado se desaparece cada día mas. Con la salida de Encarnación y Bautista, Toronto pierde su tercer y cuarto bates que ha sido el único real éxito de los Azulejos desde los días de las Series mundiales a principio de los 90’s. Este invierno será duro ya que esta gerencia necesita buscar un jugador de altura que posiblemente saldrá caro para ayudar en el medio de la alineación, pero desafortunadamente los días de la temible ofensiva de Toronto de los últimos anos no reaparecerá pronto.
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