El gran despertar de Venezuela, debe generar un cambio de Gobierno

Nadie quiere un derramamiento de sangre, ni mucho menos muertos, o que se presenten disturbios que terminen en hecho violentos, pero lo cierto es que por fin se está viendo que los venezolanos reaccionaron y se están luchando para defender sus más mínimos derechos a una vida digna. Ellos con el apoyo internacional saben que un cambio en Venezuela ahora es posible, y mucho más rápido de lo que todos esperaban, así tengan que salir a marchar, hoy mañana, esta semana y durante un mes si es necesario.

EDITORIAL.- Al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a sus ministros, a sus seguidores, al chavismo e inclusive a los militares que no terminan por apoyar al pueblo, les debió quedar muy claro la semana que pasó que varias cosas empezaron a cambiar en Venezuela, que el pueblo no aguanta más y que los venezolanos está dispuesto a todo, luego del intento de autogolpe, del cierre de la Asamblea Nacional, que es como el parlamento de Canadá, o el congreso en otros países, con el que el Gobierno pretendía imponer un régimen dictatorial.

En las calles de Caracas, y de las principales ciudades venezolanas, lo que se ve y se siente, es que el cambio es ahora o nunca. Que si Maduro no hace el llamado a las elecciones, cualquier cosa pueda pasar en este país, porque los venezolanos no están dispuestos a seguir aguantando hambres, miseria y muchas necesidades, en una nación cuyos recursos económicos bien administrados les permitiría vivir sin tantos afanes.

La salida del Gobierno por la vía democrática no será tan fácil, Maduro, y los que lo rodean ya demostraron que están dispuesto a todo con tal de aferrarse al poder, que no les importa la opinión de otros países, los muertos y mucho menos las críticas, que se responden acusando a otras naciones de los males de Venezuela. Incluso ya demostraron que una dictadura se abriría camino si se le presiona mucho, pero los manifestantes también indicaron que ya le perdieron el miedo al régimen, y que están dispuesto a todo, incluso a enfrentarse con la fuerza pública si es necesario, con tal de que se produzca por fin un cambio en este país se merece. Ese paso que les permita resurgir de alguna forma de la profunda crisis económica, política y social en la que se encuentran, aunque sean conscientes que la recuperación será lenta y pasaran años para volver a ser ese país tan próspero y desarrollado en el que vivieron.

Las marchas no se detendrán, así Maduro busque estrategias para dilatar el llamado a elecciones, porque aunque ahora gran parte de los venezolanos lo que están exigiendo es la renuncia de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), organismo que cerró la Asamblea Nacional, en el fondo lo que se quiere es mucho más que eso. Ellos van por más, realmente exigen el llamado a elecciones, alimentos, medicinas, y todo lo que se requiere para enfrentar el desabastecimiento, el hambre, la miseria y la creciente delincuencia, que ya los tienen desesperados, problemas que saben Maduro y sus ministro no podrán solucionar.

Las marchas seguirán y Maduro en su intento por quedarse en el poder, va aumentar la represión y su ataque a la oposición. Ya hay centenares de presos políticos, se han retenido a centenares de jóvenes y estudiantes que salen a protestar; medios de comunicación han sido cerrados, las redes sociales e internet fueron intervenidas, se dio un ataque directo a los líderes de la oposición, como Henrique Capriles que fue inhabilitado 15 años, Leopoldo López que cumple una pena de casi 14 años de prisión y María Corina Machado también fue inhabilitada, pero el pueblo ha demostrado que está dispuesto a seguir la lucha, con el apoyo de la OEA, EE.UU., México, Perú, Argentina, Colombia y Chile, que junto a otros países, ya están enfrentando también al Gobierno venezolano.