En defensa del más débil, Canadá sigue su lucha contra el acoso sexual
07 de Febrero de 2018 a las 07:40
En medio del escándalo por acoso sexual del ministro de Deporte y Personas con Discapacidades de Canadá, Kent Hehr, que tuvo que salir del Gobierno luego de ser acusado, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que no solo aceptaba la renuncia de Hehr, sino que quería penas más fuertes para este delito, porque "el acoso de cualquier tipo es inaceptable y los canadienses tienen el derecho a vivir y trabajar en ambientes donde no se produce”. Actualmente, para bien de las víctimas, en el Parlamento camina una nueva Ley, que permitirá medidas más fuertes contra los acosadores en el país.
EDITORIAL.- A raíz de los escándalos sexuales Hollywood, que ha generado los movimientos "MeToo" (Yo también) o "Time is up" (Se acabó) promovidos por las mujeres en el mundo, los Gobierno están buscando de proteger a las víctima del acoso sexual en sus puestos de trabajo, un problema que afecta tanto a mujeres como hombres, y Canadá es uno de ellos, gracias al impulso dado por el Ministro Justin Trudeau, pero también varios parlamentarios que intentan sacar adelante la Ley C-65.
El proyecto de ley fue presentado por primera vez en noviembre por el Ministro de Empleo, Desarrollo Laboral y Trabajo Patty Hajdu, daría a los trabajadores y sus empleadores todos los elementos que se requieren para que una persona pueda realizar su denuncia, de intimidación, acoso y conducta sexual inapropiada, en su lugar de trabajo, sin ningún temor, porque la norma ahora buscará blindar a la víctima y exigir más acción de parte de las empresas para combatir el comportamiento inaceptable, sancionado a sus dueños, al tiempo que castiga a quienes no lo tomen en serio las nuevas medidas por este delito. Trudeau, pidió un debate crítico sobre el género porque el acoso sexual en la política y las empresas es un "problema sistémico" e "inaceptable".
El acoso sexual es la intimidación o coerción de naturaleza sexual, o la promesa no deseada o inapropiada de recompensas a cambio de favores sexuales, por parte de una persona con poder. La situación se puede presentar en el trabajo, o cualquier lugar, el ataque puede ser verbal, no verbal o físico, de índole sexual, en un entorno intimidatorio, hostil, degradante, humillante u ofensivo.
Aunque Canadá es uno de los países con más normas para proteger a los trabajadores del acoso sexual, especialmente a las mujeres, la Ley que se discute en el Parlamento, busca establecer sanciones más fuertes contra los acosadores, incluidos los mismos parlamentarios que infrinjan las normas y los dueños de las empresas que lo permitan.
Las nuevas medidas que entrarían en vigencia en un año, afectarán directamente a empresas denominadas federales, como los bancos, las compañías de telecomunicaciones y las empresas del transporte, entre otras, pero también a las dependencias de la administración pública a nivel federal, incluso a los partidos políticos, al mismo parlamento y los parlamentarios.
Los acosadores sexuales en el trabajo tendrán que enfrentarse a mayores sanciones, y las empresas deberán velar aún más por medidas que protejan a sus trabajadores del delito de acoso sexual, o sus dueños también serán sancionados. Los Liberales están pidiendo que las nuevas normas también se le apliquen a los políticos, a su personal y todos los empleados del Parlamento, en la que se advierte que les caerá todo el peso de la Ley cuando el implicado sea un diputado o senador.
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