Joven inmigrante se suicida luego de una supuesta mala circuncisión en Canadá

Madre hace conocer la historia para que padres de familia tomen conciencia

Aunque Alex murió hace más de un año, su historia ha salido a la luz ahora porque la madre del joven decidió contarla, como fue el último deseo de su hijo en una carta que escribió antes de suicidarse. Él quería que se conociera su historia para que los padres, los médicos y los jóvenes que tengan su enfermedad, tomen conciencia de lo que les puede pasar con una mala cirugía de circuncisión o lo que él llamó ““mutilación genital masculina”.

VANCOUVER.- Nacido en Inglaterra, Alex Hardy, de 23 años, programó un correo electrónico para hacerlo llegar a su madre 12 horas después de que se quitaba la vida por lo que él denominó como una “mutilación genital masculina”, lo que para su madre, Lesley Roberts, fue una cirugía de circuncisión que le realizaron en Canadá, en donde el especialista ha sido muy cuestionado.

De acuerdo al informe de la BBC de Londres, para Lesley todo fue confusión y tristeza cuando le comunicaron la muerte de su hijo, empezando porque ella ni siquiera tenía conocimiento de que su hijo se había sometido a dicho mal procedimiento quirúrgico que el denunciaba. En la carta Alex detalló el infierno que tuvo que pasar desde que se realizó la cirugía.

El jovencito se enamoró de Canadá tras un viaje que hicieron cuando él tenía 14 años, por esa razón, al cumplir los 18, Alex decidió postergar su ingreso a la universidad e irse a vivir a Canadá por un año. Pero un año se convirtieron en cinco y al momento de su muerte Alex había obtenido la residencia. Su madre lo visitó en varias ocasiones, al igual que sus hermanos y padrastro, pero nunca les dijo que sufría un problema con su pene.  

“Tuve problemas con un prepucio apretado. Desde mi adolescencia me creó problemas de alcoba, ya que significaba que mi prepucio no se retraía sobre el glande como estaba previsto, lo que causó algunos momentos incómodos”, dijo Alex en el correo que envió a su madre.

Lo que tenía Alex es una condición conocida como fimosis, una afección en la que el prepucio está demasiado apretado para ser retirado sobre la cabeza o el glande del pene. Muchos de los bebés que no han sido circuncidados presentan esta condición pero naturalmente la piel se retracta entre los 2 y 6 años de edad. Solo el 1 por ciento de los adolescentes entre 16 y 18 años pueden tener fimosis.

En el correo a su madre, Alex describe que a la edad de 21 años lo remitieron a un urólogo. “Inmediatamente sugirió la circuncisión. Le pregunté sobre el estiramiento y él me mintió por completo y dijo que a mí eso no me funcionaría. “En gran parte confiaba porque sentí que él era el experto que mejor conocía del tema, así que con cierto escepticismo lo acepté”, confesó Alex en su correo de despedida, en el que describió el calvario que vivió después de la intervención,  por la sensibilidad constante en la cabeza de su pene que ya no estaba protegida por su prepucio, lo que le impedía tener actividad sexual y física normal, incluso para montar en bicicleta era doloroso, cuando él era un consagrado deportista. “Donde una vez tuve un órgano sexual, ahora me dejaron con un palo entumido y abatido. Mi sexualidad ha quedado en ruinas”, escribió Alex.

Alex buscó ayuda médica y psicológica después de la operación, pero tristemente no fue suficiente para aliviar su dolor y terminó por quitarse la vida el 25 de noviembre del 2017, ahora su madre hace visible la denuncia para que muchos padres tomen ejemplo de lo que les puede pasar a sus hijos.  “No me sentí cómodo hablando del tema cuando tenía opciones, así que si mi historia puede generar conciencia para romper este tabú de la sociedad sobre la salud de los hombres, entonces me alegra que se publiquen mis palabras”, escribió Alex Hardy.

De acuerdo a la madre también existen algunas dudas sobre el especialista canadiense que realizó la cirugía, porque varios pacientes le han hecho llegar varias denuncias sobre el urólogo.