Justin Trudeau, cumple un año en el poder en Canadá, ¿lo aprueba o lo desaprueba?

Para bien o para mal, dependiendo de quien lo mire, y el partido que político que representa, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, cumplió un año en el poder, y muchas cosas han cambiado en el país desde su ingreso, especialmente en los programas de Migración, las relaciones internacionales, el medio ambiente y la defensa de los indígenas. Un año después que los liberales ganaron la elección federal, el 64 por ciento de los canadienses sigue aprobando la labor de Trudeau, según el último sondeo de opinión. ¿Usted qué opina?
 

EDITORIAL. ¿Usted aprueba o desaprueba la gestión que está realizando como Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau?, esa es la pregunta que por estos días están realizando muchos medios de comunicación a sus lectores para evaluar la gestión del mandatario canadiense, que sigue conservando casi intacto el cariño de la gente y de sus electores, que en gran parte heredó de su padre que también fue Primer Ministro, pero que también se ha sabido a ganar por su gestión, aunque le llueven muchas críticas cuando intenta hacer profundos cambios en el Gobierno.
 

Los canadienses ganadores o perdedores de las elecciones, recibieron el 19 de octubre del año pasado, la elección de Justin Trudeau, con mucho optimismo, por su imagen renovadora, lleno de energía, carisma y juventud, con ganas de  hacer importantes cambios, una política más abierta al mundo, de mayor aceptación de los extranjeros y especialmente refugiados, con una visión clara de lo que se debe hacer un país por las personas que realmente requieren protección como el caso de los Sirios, su clara posición sobre el medio ambiente, el polémico tema de las drogas, la defensa de los indígenas y en fin una mirada muy positiva de lo que pude hacer el Gobierno por su gente y el mundo.
 

Hasta ahí todo bien, pero no ha sido tan fácil poner todo eso en práctica, y mucho menos ahora que Canadá no pasa por su mejor momento en la economía, especialmente por la caída de los precios internacionales del petróleo, pero además porque no ha podido reducir el desempleo, ni los problemas que enfrenta el sistema de salud canadiense. 
 

Aunque en Canadá hay una división respetuosa entre liberales y conservadores, y en los últimos años se habían generado fuertes enfrentamientos, peri Trudeau asumió el poder presentándose como un unificador del país. Trató de cambiarle el rumbo a la nación en sus relaciones internacionales, porque quiere apartarla de los conflictos del mundo, y especialmente retornarle la neutralidad, su férrea defensa de los derechos humanos y el medio ambiente, de la que siempre había hecho gala el país.
 

En uno de los primeros actos como Primer Ministro y cumpliendo con su compromiso de campaña electoral, inició su plan para traer al país unos 50 mil refugiados sirios, a quienes no solo les dio protección, sino además, con la ayuda de varias entidades y canadienses, todo lo que necesitaban para salir adelante. Algunos canadienses criticaron este gesto humanitario, porque decían que en Canadá también habían muchos ciudadanos que requerían atención y especialmente porque pensaban que se ponía en riesgo la seguridad del país, pero la mayoría estuvo de acuerdo, y a nivel internacional el Primer Ministro de Canadá, dio una buen lección de lo que se debía hacer en estos momentos de crisis y cuando miles de sirios morían ahogados en el Mediterráneo intentando llegar a Europa.
 

A sus 44 años,  el hijo del ex primer ministro liberal Pierre Trudeau, después de un año de gobierno, ha logrado mantener su popularidad casi intacta, porque el 64 por ciento, aprueba lo que está haciendo, toda una victoria política, en comparación con lo que pasó en el último Gobierno, pero en Canadá hay quienes creen que esta luna de miel con los canadienses no va durar mucho, especialmente si no logra disminuir el desempleo, enfrentar la fallas en el sistema de salud y devolverle el impulso al desarrollo económico, que la nación vivió en pasadas décadas.