La hambruna se expande más rápido que la misma pandemia en Venezuela

Venezolanos que no tengan familiares en el exterior o pertenezca a la elite del Gobierno, se mueren de hambre

La ONU sitúa al país suramericano en los primeros de la lista de las naciones afectadas por una crisis alimentaria del mundo (luego de Yemen, Somalia, Sudán del Sur, Nigeria, Burkina Faso y Afganistán, gran parte de países en guerra). En Venezuela ya no es difícil ver en las calles gente buscando comida en las canecas de la basura, especialmente niños y adultos mayores, pese a ello el régimen de Nicolás Maduro no permite el ingreso al país del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas. Imágenes de esta tragedia que se publicaron en el 2019 en las páginas de Internacional de ABC sobre la hambruna en Venezuela alertaron al mundo de lo que estaba pasando, pero la situación de acuerdo a los informes de organismos internacionales, es aún peor este año, sumado a la pandemia.

CARACAS. – Las condiciones de vida de los venezolanos dentro de su país, están peor, que incluso antes de la pandemia, cuando estaban sufriendo el peor colapso económico de su historia.  Aunque muy pocos creen en las cifras oficiales que ha dado el régimen de Nicolás Maduro sobre lo que pasa con el Covid 19 en este país, por ahora el foco de interés de organismos humanitarios internacionales esta en la hambruna que está afectando a gran parte de este país, gracias a desmedido crecimiento de la inflación en el precio de todos los alimentos. Ya supera el 671,8%, en los últimos 6 meses de pandemia.

De acuerdo con el estudio de ese organismo de la ONU, en estos momentos, 2,3 millones de venezolanos (7,9% de la población) se encuentran en una situación de “inseguridad alimentaria severa”, eso se llama hambruna. El 96% de la población sufre pobreza de ingresos y el 71% vive en situación de pobreza extrema o general, según la última Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), realizada por la prestigiosa Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), de Caracas. Solo una pequeña porción de la población privilegiada, logra mantener un buen nivel de vida, gracias a los dólares que les llegan desde el exterior o porque son parte de la elite del Gobierno.

Rodrigo Agudo, director de la asociación civil Red Agroalimentaria de Venezuela, asegura que la paralización de la producción por la crisis económica, la escasez de combustible y la caída de las importaciones de insumos y materia prima agrícola, bajo la producción de alimentos al mínimo, pero paradójicamente no hay escasez en los supermercados, pese a la hambruna extendida, porque realmente sólo el 10% de la gente tiene el salario para comprar la comida necesaria para sobrevivir. "El resto vive en pobreza extrema, ya no sobreviviendo, muriendo", enfatizó.

Comprar un alimento en Venezuela para alguien que gane un salario mínimo, es imposible. El salario de los venezolanos se reduce cada día, por la enorme devaluación de la moneda local, al punto que son muy pocos los que se atreven a recibir bolívares a la hora de vender. El dólar o los pesos colombianos son los que mandan a la hora de comprar, generando que los precios de todo suban desmesuradamente, pero especialmente el de los alimentos, lo que afecta a gran parte de la población. La traducción de ello se ve en las calles con la gente desnutrida, buscando comida entre la basura.

Hasta hace unos días el precio del dólar rondaba los 450.000 bolívares soberanos, pero la moneda estadounidense pierde su valor por día. Por ejemplo, lo que costaba hace un mes un millón de bolívares, como un kilo de azúcar, hoy le puede costar 3 millones de los mismos bolívares, así el aceite, el pollo, la carne o el pescado, alimentos que ya son un verdadero lujo. Incluso la famosa harina para hacer las arepas, está a precios inalcanzables, más que un salario mínimo.

Para que un venezolano y su familia puedan comer medianamente, una persona requiere al menos recibir desde el exterior, entre 240-300 dólares mensuales, dicen los expertos y los organismos de derechos humanos que buscan dar a conocer como la hambruna se extiende por Venezuela, mucho, más rápido que el Covid-19, porque si no tiene un familiar en el exterior esta cifra es muy difícil de alcanzar dentro del país.

Para completar el funesto panorama, se prevé que la escasez generalizada de gasolina va a generar más hambruna, porque se ve venir un aumento mayor en los precios de los alimentos, porque impide que los pocos productos que se producen lleguen a los mercados.

La relatora especial sobre el derecho a la alimentación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) y profesora en la Universidad de California, Hilal Elver, afirmó que se prevé que 270 millones de personas sufran hambrunas severas debido a la pandemia de la COVID-19 en 2020, dejando ver los países que se verán más afectados por la hambruna, Yemen, Somalia, Sudán del Sur, Nigeria, Burkina Faso, Afganistán y Venezuela.